The Longest Promise (Mirror: Zhu Yan)

Capítulo 144. Vol. 2 - Zhu Yan

Sumo estaba atrapado en ese antiguo pozo, atrapado entre la vida y la muerte, sin saber dónde estaba. No sabía que Zhu Yan, a quien estaba buscando, también quedó atrapado en un torbellino en el mismo momento, sorprendido por un repentino golpe inesperado.

"¿Has oído? ¡El Príncipe Heredero ya ha elegido una Princesa Heredera!"

"¿El Príncipe Heredero? ¿No estaba desaparecido?

"¡Bla, bla, por supuesto que no estoy hablando del ex Príncipe Heredero! ¿A quién le importa esa persona más...? ¡Estoy hablando del recién nombrado Príncipe Heredero del emperador, el hijo primogénito de la Emperatriz Bai!"

"¿Ah? ¿Ese es el Gran Sacerdote? ¿No acaba de regresar a la Capital Imperial? ¿Ya está coronando a una consorte?

"Rápido como un rayo, como se esperaba, se apresuró a reclamar una nueva ventaja. Y oye... ayer por la noche fue a la residencia del Rey Blanco en la Capital Imperial para elegir una consorte, y escuché que la decisión se tomó en el acto".

"Ay, ¿a qué princesa de la casa del Rey Blanco eligió entonces? Seguramente no puede ser Xueying... ¿Fue Xue Yan?

Entonces no habrías acertado. Ha elegido a la mujer de su hermano en su lugar... Jeje."

"¡Ay! ¿De ninguna manera? Oh cielos..."

"De verdad, es la verdad. Yu'er me dijo esto en la residencia del Rey Blanco, ¡y yo también me sorprendí!

"Dios no lo quiera... el nuevo Príncipe Heredero no se está volviendo loco, ¿verdad?"

Temprano en la mañana, Zhu Yan acababa de despertarse cuando escuchó las risitas y susurros habituales de las sirvientas afuera, como una bandada de pájaros reunidos. Estaba tan acostumbrada a esto que no se molestó en abrir los ojos, queriendo dormir un poco más, pero mientras escuchaba, la noticia que escuchó la impactó y la hizo saltar de la cama.

"¿Qué?" Salió corriendo y agarró a las sirvientas que charlaban en voz baja, preguntando a tientas: "¿Qué acabas de decir?"

"¿Princesa, Su Señoría?" Las dos sirvientas que estaban afuera estaban tan sorprendidas por su frialdad que la olla dorada en sus manos casi se cae al suelo y comenzaron a tartamudear: "¿Tú... estás despierto tan temprano?"

"¿Que acabas de decir? ¿El Príncipe Heredero... fue a la residencia del Rey Blanco anoche para elegir una consorte? 

Zhu Yan agarró a una criada por el cuello y casi la levantó, con severidad, "¿A quién eligió exactamente como su consorte? ¡Dímelo rápido!"

La criada respondió con voz temblorosa: "¡La princesa... seleccionada fue Xue Ying!"

"¿Xue Ying?" 

La mano de Zhu Yan se puso rígida por un momento e inconscientemente soltó: "¡Tonterías! ¿Cómo podría ser ella?

"¡Sí, es verdad!" 

La criada jadeó por aire y susurró: "La noticia salió de la residencia del Rey Blanco anoche, y todos estaban incrédulos... pero temprano esta mañana el emperador emitió un edicto oficial y se está preparando para que un enviado imperial envíe el pergamino de jade al ¡La residencia del Rey Blanco, así que todo es verdad!"

"¡Qué clase de broma es esa!" Zhu Yan exclamó: "¿Xue Ying se va a casar con él? ¡Imposible!"

Su rostro se puso pálido al instante y saltó descalza al suelo y salió corriendo sin decir una palabra: "¡Le preguntaré a Xue Ying! ¿Qué diablos está pasando?"

"Princesa...!" La criada se sobresaltó: "¡Ni siquiera te has arreglado todavía!"

Sin embargo, ¿Quién podría detenerla? En solo un abrir y cerrar de ojos, Zhu Yan ya se había desvanecido afuera.