The Longest Promise (Mirror: Zhu Yan)

Capítulo 132. Vol. 2 - Zhu Yan

Tan pronto como dijo las palabras, la cara debajo de la lámpara se movió de repente.

"Oh, ¿está despierto?" El joven asistente exclamó sorprendido.

Bajo el resplandor de la lámpara, un par de pupilas azules se esforzaron por abrirse, mirando confundidas la fuente de brillo, y sus labios se abrieron y cerraron mientras pronunciaba algo débilmente.

"¿Estas despierto?" La sirvienta mayor levantó la mano y arrancó los mechones sueltos de cabello de la cara del joven tiburón, secó el sudor frío de su frente y luego dijo en un tono cariñoso: "Mi nombre es Ruo Ping y su nombre es Xiao Hui, los dos son de la Casa del Rey Rojo. ¿Cómo te sientes? ¿Quieres agua?"

El pequeño tiburón se quedó en silencio, simplemente mirándolos sin comprender, y sus pupilas parecían desorientadas, como si por un momento no pudiera recordar dónde estaba, y sin embargo, cuando los dedos de la criada rozaron su frente, el niño de repente se estremeció y inconscientemente la empujó sus manos lejos!

"¡No me toques!" El niño chilló agudamente: "Aléjate".

Ruo Ping fue tomado por sorpresa y casi se cae al suelo. ¡El niño ya se había puesto de pie, acurrucado en un rincón, pero en su mano sostenía un cuchillo que había sido usado para pelar frutas en la mesa! Los ojos del niño se veían particularmente brillantes bajo la luz, terriblemente hostiles y cautelosos, como un animal salvaje listo para atacar y devorar.

"¿Quién eres tú? No... no te acerques a mí. El niño trató desesperadamente de mantenerse firme, pero su voz era débil cuando murmuró: "Yo... quiero ver a mi hermana".

"¿Hermana?" Ruo Ping, que después de todo tenía un poco más de experiencia, se compuso: "¿Estás hablando de la princesa Zhu Yan?"

Sumo agarró su cuchillo y asintió sin hacer ruido, "¿Dónde está ella?"

"Ella no está en la Mansión", Ruo Ping suavizó su tono, con cuidado de no ofender al niño, "Ella siguió al Rey a la Capital hace unos días".

"¿Ah?" El niño quedó atónito por un momento, y su voz rebosaba de decepción, "¿Qué hay de... la abuela Sheng?"

Ruo Ping negó con la cabeza, "Ella también siguió a la Princesa a la Capital".

"¿Qué?" La punta del cuchillo en la mano del niño vaciló, "¿Ellos... todos se han ido?"

Había sido un largo y turbulento viaje desde el Abismo de Cangwu hasta aquí, un largo viaje de diez mil millas. No se sabía cuánto había sufrido, había sido tan difícil regresar a Yecheng y, sin embargo, ¿su hermana ya no estaba aquí? ¿No dijo ella que nunca lo dejaría solo bajo ninguna circunstancia?

Al verlo fruncir el ceño así, Ruo Ping y Xiao Hui se miraron. Ruo Ping abrió la boca y su voz era suave mientras trataba de consolar al joven tiburón: "No tengas miedo, incluso si la princesa no está aquí, aún cuidaremos de ti, rápidamente pon el cuchillo en tu mano" ¡abajo!"

"¿Qué fue ella... a hacer allí?" El niño, sin embargo, se negó a ceder, sosteniendo el cuchillo y mirándolos, preguntando: "¿Cuándo volverá?"

"La Princesa está siguiendo al Rey Rojo y su esposa a la Capital para una audiencia con el Emperador", dijo Ruo Ping una palabra a la vez como el mayordomo le había indicado, mirando con cautela la expresión del niño, "El Emperador va a presidir sobre el matrimonio entre los clanes Blanco y Rojo. Cuando termine la gran ceremonia de la boda, la Princesa no regresará a la Residencia del Rey Rojo y probablemente irá directamente a la casa de su esposo en la Residencia del Gobernador en Yecheng".

"¿Qué?" El niño tiburón se sorprendió, "¿Una unión matrimonial?"

"Sí, está consiguiendo un buen esposo", dijo Xiao Hui con gran alegría, y Ruo Ping agregó: "Se casará con el gobernador de Yecheng, Bai Fenglin, ¡y probablemente será la Reina Blanca en el futuro!"