The Longest Promise (Mirror: Zhu Yan)

Capítulo 175. Vol. 2 - Zhu Yan

El que rompió la cúpula y entró al templo desde el turbio cielo nocturno no fue otro que Chongming. En la espalda del ave, Zhu Yan no esperó a aterrizar antes de lanzar el hechizo más poderoso que conocía, una flecha del atardecer para hacer retroceder al oponente y un muro de llamas infernales para alejarlo al instante, tratando de ayudar al atrapado Shi Ying a escapar. A través del cielo.

La voz del hombre no pudo evitar estar ligeramente atónita, "¿Otro?"

Antes de que las palabras salieran de su boca, la espada en la mano del Dios de la Destrucción se elevó bruscamente y apuntó al cielo.

"¡Ah-Yan!" Shi Ying gritó consternado: "¡Cuidado!"

Fue jalada por una fuerza tremenda y cayó desde la espalda del pájaro divino, cayendo rápidamente desde una gran altura hacia la punta de la espada levantada en la mano del demonio; en ese instante, una sombra blanca brilló frente a ella, y algunos una especie de barrera se desplegó de repente, ¡en realidad recibió el golpe por ella!

"¡Pájaro de cuatro ojos!" Zhu Yan fue testigo de la sangre fresca que salía del cuello del Pájaro Divino de Chongming y no pudo evitar gritar con incredulidad.

En el mismo momento en que fue atacada y cayó, Chongming extendió sus alas y cubrió la parte superior de la cabeza del demonio, desviando toda la fuerza del golpe: el agudo estallido de la espada atravesó su cuello y la sangre brotó como una flecha. ¡Lloviendo del cielo como un granizo de sangre!

Zhu Yan chilló desgarradoramente y cayó al suelo junto con el pájaro divino desde la gran altura.

La lluvia de sangre cayó casi cubriéndola.

El enorme pájaro sagrado cayó al suelo del templo, colgando su largo cuello y cabeza, muriendo. Un rastro de ansiedad aún era visible en sus cuatro ojos rojo sangre mientras luchaba por empujar sus alas contra ella, haciéndole un gesto para que se diera la vuelta y enfrentara la batalla. Sin embargo, a Zhu Yan no le importaba nada más, se abalanzó y lanzó rápidamente un hechizo de curación para tratar de detener la sangre que salía de su cuello.

"¡Ah-Yan, olvídate de eso por ahora!" Shi Ying, sin embargo, ya la alcanzó por detrás y, con un susurro severo, la levantó del costado de Chongming, "¡Defiéndete del enemigo primero!"

Después de todo, Zhu Yan tenía un corazón blando y estaba un poco reacia a dejar ir a Chongming. Sin embargo, antes de que pudiera ayudar más, un fuerte estruendo estalló repentinamente en sus oídos, y la Barrera de Llamas Rojas recién erigida colapsó repentinamente, ¡cuando un enorme brazo salió de la pared!

Cuando se rompió el encantamiento, la lanzadora de hechizos también recibió un fuerte golpe y sus ojos se pusieron negros. El moribundo Chongming, al verla así, se puso extremadamente ansioso, pero tampoco pudo moverse.

"¡Ah-Yan!" Shi Ying, sin embargo, no perdonó y gritó: "¡Levántate!"