Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 295 La vieja línea de negocios era vender pastel de nuez

ADVERTENCIA: El capítulo incluye contenido restringido, solo apto para mayores de edad. Evita leerlo si no tienes la edad apropiada.

Después de aplicar uniformemente el aceite de olivo y esparcirlo por todo el cuerpo de Gu Hai, sus músculos de inmediato resplandecieron. Era encantadoramente tentador.

Bai Luoyin tragó aliento.

Al escucharlo, Gu Hai se quedó perplejo por un momento. Sus ojos se giraron vacilantes hacia él y preguntó, “No me vas a poner sal y pimienta, ¿verdad?”

Bai Luoyin sonrió ampliamente, “No es necesario, comer crudo también está bien.”

Gu Hai dio dos pasos hacia atrás.

Bai Luoyin comenzó a pisotear violentamente el suelo, “Estoy bromeando, ¡mírate todo asustado!”

“¡Solo me burlaba de ti!” Gu Hai dejó salir una débil risa, “¡Tan solo mira como te ves!”

“Deja de hacer el tonto, comencemos oficialmente ahora.” Bai Luoyin se incorporó y trastabillo hacia Gu Hai.

Los lascivos ojos de Gu Hai miraron los de Bai Luoyin, pero este adoptó una actitud de indiferencia. Gu Hai caminó justo frente a él y deliberadamente mostró sus músculos abdominales, revelando una seductora sonrisa.

“Pequeño hermano, ven y juega conmigo, hay una gran variedad de servicios.”

Bai Luoyin lo miró, “¿Cuánto cobras?”

“50 yuanes.”

Bai Luoyin emitió una débil risa, “Antes alguien hizo una oferta por solo 30 yuanes y era más atractivo que tú.”

Gu Hai, “......”

Bai Luoyin elevó su pie para alejarse.

Gu Hai caminó hacia el frente para detenerlo. “Él podrá ser más atractivo pero sus habilidades definitivamente no son tan buenas como las mías.” Mientras decía eso, tomó las manos de Bai Luoyin y las puso justo sobre xiaohaizi. Elevando sus cejas, dijo, “¿Qué opinas? ¿estás satisfecho con el tamaño?”

Bai Luoyin se quejó, “El tamaño no es pequeño, pero no importa incluso si es más grande. Lo que quiero es tu retaguardia.”

“¡La retaguardia también está bien!” Gu Hai puso las manos de Bai Luoyin en su trasero, “Tócalo, ¿no está muy firme?”

Bai Luoyin se giró hacia la parte trasera de Gu Hai. Primero lo observó un poco, estiró su mano y le dio una nalgada al lado derecho y luego al izquierdo, ¡pa! ¡pa!, entonces, al final adhirió su cara.

“Está bien, el sonido es muy firme.”

“Por supuesto, ¡es como elegir sandías!”

Gu Hai, al verlo dudar, le preguntó de nuevo, “¿Qué tal esto? Veo que ser un trabajador migrante no es fácil, ¿cuánto quieres pagar?”

Bai Luoyin de inmediato respondió, “35 yuanes.”

“¿Realmente me quieres tener o no? Si es así, entonces que sean 39 yuanes.”

“36 yuanes.”

Gu Hai intentó llegar a un acuerdo, “Hoy me juego todo, 38 yuanes. Realmente no puedo seguir con algo más bajo que eso, o si no ganaré nada de dinero.”

“37 yuanes.”

Gu Hai dio un paso al frente, “37.50 yuanes, esos 50 centavos te los daré como una tarjeta de membresía, dejémoslo así.”