Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 273: El autoritario Bai Luoyin

Bai Luoyin siguió maldiciendo a Gu Yang mientras caía, */¿No intentó detenerme lo suficiente? ¿para qué tuvo que romper mi pantalón? ¡Incluso mi trasero se está entumeciendo con este intenso aire frío!/*

El paracaídas exitosamente se abrió, y los dos aterrizaron sobre una pila de maleza. 

El cuerpo de Gu Hai golpeó el piso primero. Desinteresadamente se convirtió en el colchón de Bai Luoyin, amortiguando su caída mientras este descendía directamente sobre su cuerpo. Las manos de Gu Hai le sujetaron firmemente el trasero, de pronto, la parte inferior de Bai Luoyin estaba temblando de frío. Cuando Gu Hai miró hacia abajo, el pantalón tenía una impresionante gran abertura, ahora él confiaba sólidamente en su ropa interior para protegerse del frío. 

“¿Tu pantalón ha sido arrancado por el viento?” preguntó Gu Hai con una expresión de preocupación.

Bai Luoyin quería maldecir. */¿Qué viento puede arrancar el pantalón? ¡no fue nadie más que tu maldito hermano el que tiró de él!/*

“Déjame ver qué tan mal está.”

Gu Hai se movió para girar a Bai Luoyin y le sujetó de los muslos pero este lo empujó enfadado y fue a sentarse en un lugar que estaba un poco más lejos. Entonces, sus ojos miraron a su alrededor intentando identificar su ubicación. 

Gu Hai intentó moverse más cerca de él, pero cuando estaba a mitad del camino, este le advirtió con una mirada asesina.

“Quédate lejos de mi.”

“¡Con que vas a ser así!” Gu Hai le respondió irritado, “Desde el momento en que nos reunimos y hasta ahora has estado enojado, hablas como si hubieras comido pólvora. Han sido más de diez días desde que nos hemos visto, ¿estás ansioso por entrar en una pelea?”

Bai Luoyin apretó sus dientes y asintió, “Sí, voy a ser así. ¿Quién te dijo que insistieras en saltar conmigo, hum? Si hubieras saltado con él primero, ¡no tendrías por qué estar viéndome ahora!”

“Bai Luoyin, ¿intencionalmente estás intentando hacerme enojar? ¡Maldición! ¡Y pensar que te extrañé todos estos días!”

“¿Quién te obligó a extrañarme?” Bai Luoyin lo miró con frialdad, “Además, no creo que me extrañaras en absoluto. Veo tu cara resplandeciendo, realmente debiste de estar disfrutando tu estancia en Hong Kong, ¿hum?”

Gu Hai estaba furioso hasta el punto de la asfixia, “¿No crees que el que mi cara resplandezca es solo porque te veo?”

Bai Luoyin pretendió no escucharlo. Siguió actuando frío y con sarcasmo, “En lugar de quedarte aquí sufriendo conmigo, ¿por qué no vas y buscas a tu compatriota en peligro? Si el paracaídas no se abrió, ¡al menos puede contar contigo para que busques su cadáver!”

Al escuchar estas palabras, Gu Hai realmente se puso de pie. Los ojos de Bai Luoyin destellaron con fiereza, los cuales fueron obstruidos por el cuerpo frente a él. Gu Hai firmemente puso sus brazos alrededor de los hombros de Bai Luoyin y lo derribó al suelo, enseguida le puso las manos sobre la cintura. Pero Bai Luoyin intentó bloquearlo de cualquier forma posible, luchando y pateando. 

“¡Auuuuu!”

De repente, hubo un grito de agonía. Las manos de Gu Hai dejaron de moverse.