Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 230: Los días son tranquilamente despejados

Después de que Gu Hai regresó del cementerio, fue directamente a la casa de su padre.

Gu Wei Ting estaba sentado en el sofá de la sala. Jiang Yuan estaba en la cocina preparando la comida. Cuando llegó Gu Hai, la cara de Gu Wei Ting cambió. Sus ojos miraron la cara quemada y cubierta de lodo ante él, no parecía la de una persona.

Gu Hai estaba consciente de que Gu Wei Ting lo veía. Se quedó en la puerta por un momento y silenciosamente comenzó a cambiarse de zapatos.

“¿Fuiste a buscar a alguien pero ni siquiera te molestaste en decirme? Al principio solo necesitábamos buscar a una persona, pero por los problemas que causaste, las tropas tuvieron que buscarte también.” El tono de Gu Wei Ting no era muy bueno.

Gu Hai no se enojó, más bien se dio la vuelta hacia Gu Wei Ting y habló con tranquilidad, “Si no ”Si no hubiera ido a buscarlo, él no habría sido encontrado. Yin Zi se quedó atapado en un enorme pantano. No podía salir sin ayuda. El lugar estaba rodeado de fango y los rastros de su avión fueron difíciles de localizar. Ningún otro soldado se habría arriesgado a ir ahí. Además, no fui ahí solo. Cuando encontraron a Yin Zi, yo ya estaba con él, así que ¿cómo puedes decir que causé todo este problema?”

Gu Wei Ting gruñó con frialdad y dijo sarcásticamente, “Siempre suenas tan razonable.”

Gu Hai se aclaró la garganta y le dijo, “A quien fui a buscar no fue cualquier persona, él también es tu hijo.”

Jiang Yuan escuchó los movimientos en la sala y rápidamente salió de la cocina. Escuchó la última parte de su conversación y se quedó congelada en el lugar. Dudó por un momento antes de decirle a Gu Wei Ting, “Deja que Xiao Hai se bañe primero, acaba de llegar a casa.”

Jiang Yuan se sintió inmensamente agradecida hacia Gu Hai. En cuanto a lo que Gu Wei Ting dijo antes, pretendió no escucharlo.

Gu Wei Ting vio la expresión de alivio de Jiang Yuan y decidió no hacerle las cosas difíciles a Gu Hai. Elevó su barbilla indicándole que podía irse. 

Más tarde, los tres se sentaron juntos para comer. Jiang Yuan siguió dándole más comida a Gu Hai.

“Xiao Hai, come más. Esta vez... muchas gracias.”

Gu Hai comió en silencio y no tomó la iniciativa de hablar.

Padre e hijo eligieron tácitamente permanecer en silencio. 

Después de la comida, Gu Wei Ting bajó sus palillos y le preguntó a Gu Hai, “¿Así que cómo planeas explicarle esto a tus futuros suegros?”

“Cómo explicar... cómo explicar... les diré la verdad.” Respondió Gu Hai con tranquilidad.

Una vez escuchado esto, Gu Wei Ting se sintió aliviado.

Jiang Yuan agregó desde a un lado, “Él ya tiene 26 años, lo que debe hacer o no, él ya lo sabe en su corazón. Solo déjalo ser, la generación joven tiene su propia forma de pensar.”

Los ojos de Gu Wei Ting vieron brevemente a Gu Hai y dijo directamente, “Espero que así sea.”

Después de la cena, Gu Hai tenía la intensión de prepararse para regresar a su propia casa. Antes de marcharse, Jiang Yuan lo sujetó.