Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 299: Actitudes completamente opuestas

Al escuchar estas palabras, Bai Han Qi quedó emocionalmente conmovido. Aunque esto era el asunto de otra familia, esta mujer era su ex-esposa, así que al ser capaz de ver que Gu Hai mostraba tal tolerancia hacia la mamá de Bai Luoyin, como padre, estaba inmensamente complacido.

Gu Hai se giró en dirección a Bai Han Qi.

“Papá, le llamé tío por muchos años, pero en realidad, muchas veces ya lo había considerado como mi padre. Usted es mi más querido anciano y la persona que más respeto en mi vida. Yo aún recuerdo como hace diez años fui con Yin Zi a su casa y vi por primera vez la situación de su familia. En ese entonces, acababa de huir de casa. Noté y le puse atención a Yin Zi, la mayor parte de ello fue al ver el amor y cariño entre su relación de padre e hijo.

Soy culpable en esta vida por darle dos grandes decepciones, pero por favor confíe en mi con que nunca habrá una tercera vez.

Puede maldecirme de cualquier forma que quiera, pero por favor, no desquite su enojo con Yin Zi debido a nuestra relación. Como dijo en su boda, la persona que usted ama más es su hijo. En nombre de su hijo, yo también quiero decir que la persona que él ama más también es su papá. Hoy, para nosotros, quiero devolver la gratitud por todo el amor y cuidado en los pasados más de veinte años. Por favor, acéptenos de nuevo.”

Al terminar de hablar, Gu Hai se levantó y se alejó un metro de distancia. Entonces, solemnemente se arrodilló e hizo dos reverencia en el piso.

Cuando Gu Hai dijo todas estas palabras, Bai Han Qi solo se sintió triste y conmovido. Pero cuando él se arrodillo y lo reverenció, entonces las lágrimas comenzaron a caer incontrolablemente. De pronto recordó la noche de su matrimonio con la escena de Gu Hai cargando a Bai Luoyin en su espalda mientras salían de la casa. Quizás fue desde ese momento en adelante que su hijo estaba destinado a no pertenecerle más.

“Rápido, levántate.” Bai Han Qi apresurado le ayudó a ponerse de pie.

Jiang Yuan ya había estallado en lágrimas y sollozaba a un lado.

“Un hombre debe tener dignidad y no debe inclinarse, ¿cómo puede arrodillarte tan fácilmente? Si necesitas arrodillarte, ¡entonces espera a hacerlo el día en que se casen!” Bai Han Qi se limpió las lágrimas, “No te sientas mal por mi porque si no hubiera sido por ti entonces no tendría ahora a mi hijo.”

Una vez más, se volvieron a sentar en las sillas, todas sus emociones comenzaron a tranquilizarse.

Jiang Yuan se sonó la nariz, “De hecho, he visto a muchos tipos de persona en todos estos años. Aquellos que son de mente abierta, aquellos que permanecen solteros, y aquellos que están en un matrimonio común y corriente; realmente no hay nada malo con ninguno de ellos. Es solo una forma de vida. No hay separación entre lo que está bien o está mal en esta forma de vida, es solo si es para ellos o no. Con respecto a tener hijos, esto también es solo una parte de la vida. Pero incluso sin este elemento, hay otras cosas que pueden ser igual de satisfactorias.”

“Es cierto.” Bai Han Qi estuvo de acuerdo a su lado. “En términos de descendencia, dejemos que la naturaleza tome su curso. Si los hay, que los haya, Si no, entonces también está bien. No insistiré en eso. Creo que mi hijo ya ha sufrido más que suficiente en estos más de veinte años. En lugar de obligarlo a atravesar por más sufrimiento con el fin de que tenga su propio hijo, prefiero que tenga aún más amor.”

“Sï.” Jiang Yajing raramente estaba de acuerdo con sus palabras. “Tener un hijo no es una tarea obligatoria. Como padres, queremos tener hijos no porque le damos mucha importancia a tener un heredero, sino porque solo así podemos experimentar la alegría y felicidad de ser padres. Al igual que en cómo intentamos con fuerza prevenir que ustedes estuvieran juntos, y no estuvimos dispuestos a aceptar la relación, fue solo porque sentimos dolor por ustedes dos, temíamos que su camino en adelante fuese mucho más difícil.”