Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 296: Qué maravilloso sueño

ADVERTENCIA: El capítulo incluye contenido restringido, solo apto para mayores de edad. Evita leerlo si no tienes la edad apropiada.

“No tengo más dinero...” Bai Luoyin frunció sus labios impotente.

Gu Hai, tendido sobre la cama, cruzó una pierna sobre la otra, mostraba una expresión de superioridad, “Está bien, si no tienes dinero, ¿dime qué podemos hacer?”

“¿Qué podemos hacer? No hay nada por hacer.”

Bai Luoyin se sentó sobre la cama y miró insistente el trasero brillante y resplandeciente de Gu Hai. Tragó saliva con una expresión desanimada que sabía que debía darse por vencido pero no estaba dispuesto a hacerlo.

Gu Hai elevó su boca malignamente. Se giró y presionó a Bai Luoyin bajo su cuerpo, pero su intento fácilmente fue frustrado.

Bai Luoyin se estaba preparando para ponerse las sandalias y levantarse de la cama.

Gu Hai quedó desconcertado, “¿A dónde vas?”

“¡No hay nada más que hacer!” Bai Luoyin extendió sus manos, “No me queda dinero, ¿qué más puedo hacer además de irme?”

*/Solo se escabulle así como así. Ya que yo tampoco salí perdiendo, al menos conseguí algo./*

Gu Hai se puso ansioso, “Detente ahí, ¿quién te dejó marcharte?”

“No me queda dinero, ¿qué voy a hacer quedándome aquí?” Bai Luoyin replicó.

Gu Hai torció sus cejas, “Conseguiste sentirte bien pero, ¿qué hay de mí?”

“¡Ja!” Bai Luoyin mostró sus dientes, “Gasté dinero aquí para divertirme, ¿por qué me habría de preocupar si tú te sientes bien o no?. No entiendes que yo soy el cliente aquí, ¿verdad? Se supone que tú me hagas sentir bien, o sino ¿se supone que te de dinero para hacerte sentir bien?”

Gu Hai se frotó la frente en frustración. */¡Maldición! ¡Esto no tiene ciencia! Le quité todo su dinero para que no pudiera follarme. Si se queda sin dinero, no podrá hacerlo. Pero ahora, ¿qué puedo hacer para que él me deje hacerlo? Aaaah... esto es un desastre... ¿por qué se está volviendo tan complicado?/*

Bai Luoyin giró su cabeza para mirarlo, su expresión era de regocijo.

“De hecho, antes pude haberte hecho sentir bien también, pero tú me detuviste y no me dejaste tocarte.”

Los ojos rojos de Gu Hai vieron como Bai Luoyin tarareaba una pequeña tonada mientras se dirigía hacia la puerta.

“¡Regresa aquí!” rugió Gu Hai.

Bai Luoyin deslizó sus ojos de vuelta hacia Gu Hai, “¡¿Qué?!”

“Aún me debes dinero, ¿cómo puedes irte?” Gu Hai intentó cambiar su táctica. “Gastaste una hora y el total se supone que es de 2250 yuanes pero tú solo me diste 1800. Hay una diferencia de 450 yuanes, ¡tienes que darme los 450 yuanes faltantes!”

“Si no voy a casa, ¿cómo se supone que consiga el dinero para ti?” respondió Bai Luoyin.

El tono de Gu Hai era severo, “¡Te dejaré compensarlo ahora!”

“¡No tengo dinero!”

“¡Sin dinero, entonces déjame follarte!”

Bai Luoyin estaba intranquilo, “¿Basado en qué?”

“En las bases de que soy un vendedor de pastel de nuez.” Gu Hai recurrió a su movimiento asesino.

Bai Luoyin avanzó directamente hacia él y le pegó violentamente. Desde el principio Gu Hai había resistido pasivamente, y al final siguió manteniendo una actitud de derrota ante su oponente. Se tendió sobre la cama y comenzó a gritar lastimeramente, “¿Por qué estando yo en esta línea de negocios todos me ven con desdén? Incluso un trabajador migrante me intimida...”