Are You Addicted (Volumen II)

Capítulo 256: Quién es el líder miserable

Gu Yang fue detenido en la sala de interrogación durante todo un día. En ese tiempo, llegaron dos médicos para revisar sus heridas. Ellos no dijeron nada y se fueron. Sus tres comidas fueron entregadas, pero él no las tocó. Simplemente se sentó en un banquillo con una expresión escalofriante, su cerebro corría a gran velocidad. Desafortunadamente, sin importar lo mucho que pensara, seguía sin poder entender por qué este comandante lo había encerrado ahí.

*/¿Será porque le pegué con el coche?/*

¡Pero eso es demasiado indignante! Cómo puede haber un comandante tan idiota que se mete en un conflicto con alguien sin siquiera molestarse en averiguar la identidad del otro antes de secuestrarlo. Pero si es realmente como él dijo, que los dos se han encontrado antes, con el estatus, posición y antecedentes de la familia de Gu Yang, ¿cómo podría un simple comandante atreverse a provocarlo?

*/¿Será que no quiere vivir?/*

Mientras Gu Yang ponderaba esto, la puerta en la sala de interrogatorios se abrió. Una figura fornida apareció en su línea de visión.

Entró el imponente ser de Zhou Lingyun, sus dos cejas gruesas se fruncieron en un rastro de superioridad. 

“Lamento hacerte esperar.” dijo Lingyun.

La cara de Gu Yang se oscureció, “¿Qué es lo que quieres?”

Zhou Lingyun fue directo, “¡Estoy interesado en ti!”

Gu Yang casi se cae al suelo, ¡cómo podían jugar así con las personas! ¿No justo acababa de ser rechazado por Bai Luoyin? Incluso así, ¡eso no significaba que fuese a aceptar a un viejo bastardo como él!

“Por favor, vigila lo que dices.” Gu Yang le recordó de forma aterradora.

Zhou Lingyun caminó al frente y le puso sus manos sobre los hombros. Usando la mano que no estaba lesionada, Gu Yang sujetó fieramente la muñeca de Zhou Lingyun y tiró de ella. La mano de Zhou Lingyun era como la de un millón de enormes rocas, de forma que no podía ser movida con facilidad. Gu Yang había visto en su vida a muchas personas con buenas agilidad y habilidades, pero con la edad de Zhou Lingyun y su estatus, el ser capaz de mantener tan buena condición física definitivamente no era fácil.

Si su personalidad fuese más cuerda, Gu Yang quizás estaría un poco interesado en conocerlo.

Zhou Lingyun mantuvo sus manos en los hombros de Gu Yang y los apretó ligeramente. A continuación dijo con tranquilidad, “Voy a tener que desvestirte.”

Sin el menor aviso o advertencia, y de pronto diciendo esas palabras, Gu Yang estaba completamente atónito. Su expresión se distorsionó.

“¡No te atrevas!”

Gu Yang lo miró amenazante, “¡Si te atreves a quitarme la ropa, destruiré a tu familia y te dejaré en la ruina! ¡Si no me crees, inténtalo!”

La expresión de Zhou Lingyun era especialmente tranquila, “¡El General Gu estará a favor de mi práctica!”

Una vez que escuchó las palabras ‘General Gu’, Gu Yang se quedó aturdido. Dando como conclusión que Zhou Lingyun realmente conocía su identidad.