Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 239: La mala suerte de Xiao Bai

Bai Luoyin pasó por los dormitorios del escuadrón de soldados. De pie frente a la puerta, gritó impaciente, “¡Sean rápidos!”

Bajo los atentos ojos de Bai Luoyin, un soldado tras otro salió rápidamente de los dormitorios. Al final se colocó detrás de los últimos soldados y corrió hacia el campo de entrenamiento. El nuevo Comandante de División que acababa de ser transferido, Zhou Ling Yun, ya se encontraba en el podio. Bai Luoyin se concentró en él cuando corrió hacia el lugar.

Zhou Lingyun, con 35 años de edad, se trata de una leyenda en las Fuerzas Aéreas. Un Comandante de la Región Militar de Guangdong. Había estado en esa posición por 3 años, poseedor de distinguidos logros en la región y llenando las lagunas dejadas en la historia de las Fuerzas Aéreas. Pero era ampliamente conocido que sus métodos de entrenamiento eran bastante duros y perversos. Lo que más le gusta hacer es retar la fuerza física y psicológica de cada soldado. Cada uno de los soldados que ha entrenado posee una fuerte resistencia psicológica y una vitalidad tenaz.

En menos de cinco minutos, el campo de entrenamiento reunió a unos miles de soldados en sus filas.

“Reportando al Comandante de División, ¡se ha reunido por completo el Primer batallón con 52 personas!” Bai Luoyin corrió al frente.

Seguido por varios oficiales que se apresuraron también.

“Reportando al Comandante de División, ¡se ha reunido por completo el Segundo batallón con 498 personas!”

“Reportando al Comandante de División, ¡se ha reunido por completo el Tercer batallón!”

La vigorosa voz de Zhou Lingyun resonó por todo el campo de entrenamiento, “¡Descansen!”

Con el sonido de sus pasos siendo transmitidos, los ojos de Zhou Lingyun silenciosamente miraron a las miles de personas en el fondo del podio y les dijo, “Hoy, les he pedido a todos que se reúnan rápidamente aquí no por alguna razón en particular sino para ayudares a cultivar un buen hábito nocturno de orina.”

Una agitación sonó en lo bajo.

“¡Silencio!” gritó el Jefe del Estado Mayor.

Zhou Lingyun tenía un comportamiento serio. Permaneció tranquilo e inalterable, agregó, “Escuchen mis órdenes. Cuando grite ‘1’, de inmediato se bajarán el pantalón; cuando grite ‘2’, orinaran; cuando grite ‘3’, enseguida se pondrán el pantalón. Después de orinar, inspeccionaré a uno por uno. Quien no tenga el suelo con un charco de agua, dará tres vueltas en el aeródromo estando completamente armados.”

La expresión de Bai Luoyin inmediatamente cambió. El gusto del Comandante de División era completamente pesado. 

Los soldados ni siquiera tuvieron una oportunidad de reaccionar ante el grito de ‘1’ que dio Zhou Lingyun. El momento fue completamente llenado por la continua abertura de los cinturones. Bai Luoyin se paró erguido, miró al frente hacia los soldados en su propio batallón, indicándoles que se apresuraran. 

“¡Comandante Adjunto del Primer Batallón, camarada Bai Luoyin!” 

Al escuchar que Zhou Lingyun lo llamó por su nombre, Bai Luoyin se sobresaltó. Rápidamente se giró permaneciendo en posición de firmes y vio con seriedad al Comandante de División, esperando su orden.