Capitulo 275: ¡Tú eres el más astuto!

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Cuando Gu Hai encontró a Bai Luoyin, él estaba sentado en una pequeña cuesta, con una pierna doblada y la otra estirada cómodamente. Su pecho presionaba su pierna doblada y tenía el mentón sobre la rodilla. Su expresión era del tipo ‘no me provoques’.

Gu Hai se acercó abatido.

“Levántate, no te sientes aquí. Está frío.” Intentó jalarlo.

Bai Luoyin agitó sus manos tan fuerte que casi le rompe la muñeca. En respuesta, Gu Hai convenientemente cayó sobre él y perezosamente no se levantó. Bai Luoyin, firmemente tiró de su chaqueta y dio un grito en el vacío terreno, “¿Quién abrió la ganadería y dejó que salieran los animales? ¡Rápido, vengan y llévenselo!”

Gu Hai le mordió fieramente el hombro haciéndolo estremecer de tanto dolor que Bai Luoyin lo empujó violentamente de los hombros un par de veces.

“Vete a la mierda, ¡no te metas conmigo!”

“¡Entonces levántate primero!” Gu Hai intentó jalarlo de nuevo para levantarlo.

Bai Luoyin dijo amargamente, “¿Por qué te preocupas si me levanto o no?”

Gu Hai elevó sus cejas, “¿No hay alguien que te lava la ropa?”

“Sí.”

Respondió Bai Luoyin con sus cejas fruncidas, mirándolo furioso. Enseguida usó toda su fuerza y pulió con su trasero la superficie, intentó que se adhiriera más tierra sobre él y así poder estar más sucio. Pero al final, la parte donde su pantalón había sido roto estaba justo en el área de la corteza seca del árbol, por lo tanto, al restregarse en ella, su pantalón terminó rompiéndose en la parte donde se doblaban las piernas. 

Gu Hai tomó una respiración profunda.

Se agachó y miro a Bai Luoyin. Suavemente le masajeó la cara y de forma agradable le dijo, “Hace un momento, me equivoqué. No debí decir todas esas despreciables palabras de mierda. Tú también sabes que con cualquier cosa que tenga que ver contigo no puedo controlar mi enojo.”

Bai Luoyin no dijo nada.

Gu Hai desvergonzadamente se movió más cerca, su boca frotó ligeramente el área bajo la oreja. Esta sensación hizo que hormigueara el cuero cabelludo de Bai Luoyin. 

“Está bien... este no es un muy gran problema, ¿verdad? Deja de ser tan desvergonzado.”

*/¡Mierda! ¿quién fue primero el desvergonzado?/* Bai Luoyin admiró especialmente la habilidad de Gu Hai para pedir perdón y al mismo tiempo cargarle la culpa a alguien más.

Al girar su cabeza, Bai Luoyin notó al lado un hoyo con hierba seca, en ella había ramas con espinas. Estos largos aguijones afilados apuntaban verticalmente hacia el cielo. Eran las mismas espinas que pincharon su trasero.


Are You Addicted (Volumen II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora