Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 228: La preocupación de la familia Gu

El cielo se oscureció en un abrir y cerrar de ojos, Bai Luoyin se giró y miró a Gu Hai, “¿Qué hacemos? ¿Nos sentamos aquí y esperamos a que nos rescaten o nos marchamos al amanecer?”

“¿Nos marchamos?” Gu Hai gruñó, “Con esta zona rodeada de pantanos, ¿cómo vamos a salir? Tuviste que jalarme para traerme a tu lado, y ahora que estoy aquí, ¿quién nos jalará?”

Bai Luoyin tosió levemente, “Hubo muchos pantanos antes y tú fuiste capaz de venir aquí, ¿cuál es la diferencia con un pantano más?”

“En ese momento estaba muy motivado, así que tenía mucha energía. Pero ahora no tengo ninguna motivación. Solo quiero tumbarme.”

Gu Hai lo dijo sin darle importancia, pero en realidad su corazón se contrajo fuertemente. Él mismo podía tomar este riesgo, pero definitivamente no permitiría que Bai Luoyin lo hiciera. No le fue fácil encontrarlo a salvo. Si terminan teniendo un accidente en el camino de vuelta debido a que son impacientes, ¡entonces no vale la pena!

Bai Luoyin suspiró. Con ambos brazos bajo la cabeza se acostó en el suelo, una pierna doblada, una estirada, su traje de piloto envolvía su cuerpo; se veía tan bien incluso bajo tales dificultades.

“¿Por qué me estás viendo?” Bai Luoyin dijo con arrogancia mientras le devolvía la mirada. Gu Hai miró perceptiblemente a través de la ropa de Bai Luoyin, notando que su cuerpo aún se veía impecable, “¿Quién te está viendo? Realmente te ves a ti mismo como una pieza de jade. Mira cómo te ves ahora, ¿hace cuantos días que no te lavas la cara?”

Bai Luoyin entornó sus ojos y se mofó, “¿Tienes las agallas para preguntarme cuantos días no me he lavado la cara? Mira tu cuerpo envuelto en esta gruesa capa de lodo. ¡Puedo clavarte un cuchillo y ni si quiera llegará a la carne!”

El lodo en cuerpo de Gu Hai casi se había secado. con travesura usó sus grandes manos y comenzó a palmear vigorosamente su cuerpo un par de veces. Esto resultó en ambos siendo envueltos por una capa de polvo. El polvo hizo que Bai Luoyin se ahogara a un metro de distancia. Cuando regresó, Gu Hai vertía agua en sus propias manos.

“Oye, ¿puedes no desperdiciar el agua? ¡Es difícil tenerla incluso para beber y tú aún así la estás usando para lavarte las manos!”

Inesperadamente, las manos de Gu Hai se estiraron hacia la cara de Bai Luoyin comenzó a frotarla con fuerza. Entonces vertió un poco más y de nuevo le frotó la cara.

Bai Luoyin finalmente entendió que Gu Hai no estaba usando el agua para lavarse sus propias manos sino para limpiarlo a él. Se sintió volar en un arranque de furia por la humillación y gritó, “¡¿Es que mi cara está tan sucia?!”

“No está tan suave como antes,” soltó Gu Hai.

Bai Luoyin se enderezó mientras se sentaba bajo el árbol. Sacó un cigarrillo de la mochila y comenzó a encenderlo lentamente.

“Estás acostumbrado a ver chicas en tu compañía con la piel suave y lisa, mi cuerpo tiene la piel áspera, por supuesto que no puedes soportarla.”

Gu Hai también encendió un cigarro. Con un brazo en el tronco, entornó sus ojos mientras miraba a Bai Luoyin. 

“Yin Zi, ¿habrás sufrido mucho en el ejército todos estos años, verdad?”