Are You Addicted (Volumen II)

Capítulo 248: Pobre pollo rostizado Xiao Liu

“¿Por qué has vuelto otra vez?” Bai Luoyin interrumpió las palabras de Liu Chong porque estaba consciente de que sí él seguía hablando definitivamente empeoraría la situación. 

“Porque lo siento muchísimo, yo... no puedo dejar de preocuparme por ti.”

Sin ningún sentido de gratitud, la expresión de Bai Luoyin se endureció, “¿Qué te importa que me haya lastimado? ¿Por qué no simplemente te quedas en la base militar para entrenar? ¿Por qué desperdicias tu tiempo aquí? ¡Apúrate y vete!”

“¿Por qué no me ha de importar?” Los ojos de Liu Chong brillaron en lágrimas, “Comandante, cada vez que me lastimo siempre eres el primero en correr a ayudarme, pero cuando tú te lastimas, ¡siempre me haces a un lado!”

Bai Luoyin frunció sus cejas y se negó a admitirlo.

“¿Cuando corrí hacia ti? Deja de bromear. Si solo somos nosotros dos, no me importara cuanto me halagas pero en este momento el Presidente Gu también está aquí, ¡no le hagas reír!”

“Comandante, ¡deja de decir esas palabras!” Liu Chong se levantó rápidamente, “Me he dado cuenta de que no puedo obedecer ciegamente tus ordenes. Si te doy la espalda nuevamente, ¡entonces no soy humano!”

Bai Luoyin casi no podía respirar. ¡La salud mental de las tropas es imperativa!

Gu Hai, quien se quedó en silencio todo el tiempo, evaluó la situación entre Bai Luoyin y Liu Chong. Era evidente que las órdenes de una persona eran poco claras y que la otra persona fallaba en entender. Él siintió que era hora de dar un paso al frente y hablar.

“Xiao Liu, ¿está bien que te llame así?”

Liu Chong estaba tan agitado y aún no había despertado de esta confusión cuando escuchó que Gu Hai lo llamó. Giro su cabeza hacia él y siguió hablando en voz alta, “Presidente Gu, ¡ayúdame a razonar con él, basado en esto, ¿cómo puedo marcharme?”

Gu Hai lo escuchó por un tiempo pero seguía sin entender, “¿Basado en qué?”

“Eso... el que el Comandante me ha tratado inmensamente bien. Ahora que el Comandante está herido, ¿cómo puedo darle la espalda e irme?”

Gu Hai se mofó, */¿así que vas a morder la mano que te alimentó?/*

“¿Qué tal si me dices cómo de inmensamente bien te ha tratado y entonces te ayudaré a sopesarlo y ver lo maravilloso que es?” Gu Hai lo miró atento.

La sutura de Bai Luoyin se volvió fría.

Mientras Liu Chong comenzaba a hablar, Bai Luoyin bramó. 

“¡Lárgate de una maldita vez!”

De pronto Liu Chong se ahogó y lo miró por unos cuantos segundos. Entonces, pasó su mirada hacia Gu Hai y se aclaró la garganta. De buen modo se giró hacia Bai Luoyin y dijo, “Comandante, el que el Presidente Gu pregunte esto no tiene otros significados, no tiene por qué correrlo.”

“¡Te estoy diciendo a ti que te largues de una maldita vez!”

Los ojos de Bai Luoyin eran púrpuras.