Are You Addicted (Volumen II)

Capitulo 254: La abrupta invasión nocturna

“¡Salud!”

A pesar del frío viento que aullaba en el exterior, dos personas se acurrucaron en el dormitorio de Bai Luoyin mientras bebían licor. Con la puerta y las ventanas cerradas, las cortinas completamente selladas y un estofado hirviendo en la estufa, toda la habitación estaba llena de vapor, llena de calidez.

La cara de Bai Luoyin se volvió un rojo brillante por el calor mientras que Gu Hai lo veía comer con un apetito voraz.

“Come más lento.” dijo Gu Hai mientras tomaba un trozo de carne y lo ponía en el tazón de Bai Luoyin. Entonces preguntó suavemente, “¿No has comido lo suficiente estos días?”

“Más que solo no comer lo suficiente.” Bai Luoyin escupió amargamente, “¡No he comido nada!”

Gu Hai elevó sus cejas, mientras simulaba enojo lo miró fijamente.

“No es como si no hubiera una cocina aquí. Igual que lo que estamos haciendo hoy, simplemente sal a comprar algunos ingredientes como salsa de sésamo y algo de cordero, no es mucho problema, ¿cierto? Ya eres un adulto ahora, ¿cómo puedes dejarte morir de hambre?”

“No voy a hacerlo.” Bai Luoyin comió grandes bocados, ni siquiera levantó la cabeza.

Gu Hai estaba un tanto indefenso, “¡Esto no necesita de muchas habilidades! Solo pon los ingredientes en la cazuela y agregarle agua. Después de que el agua hierva, pones la carne. Es muy fácil de hacer. ¿Ni siquiera quieres hacer eso?”

Bai Luoyin deliberadamente intentó contradecirlo, así que dijo que no lo haría.

“¿Entonces qué vas a hacer?” Gu Hai estiró su mano para jalar de la cabeza de Bai Luoyin, su respiración le rozó la oreja, “Solo te enojarás conmigo ¿no es así?”

Bai Luoyin giró su cabeza, “¡Sí!”

Ligeramente ebrio, Gu Hai pudo ver que los ojos de Bai Luoyin se veía un poco tontos. Su perfil estaba justo frente a él, una silueta perfecta, unos rasgos faciales heroicos, incluso la acción de tragar la comida parecía encantadora.

Sintiendo que sus mejillas tenían una explosión de humedad, los palillos que Bai Luoyin sostenía se detuvieron un momento. Entonces le dio un golpecillo al tazón de Gu Hai y amablemente le recordó, “¡Oye! Te lo advierto, la carne está en el estofado, ¿dónde pretendes comer?”

Las manos de Gu Hai sujetaron el cuello de la ropa de Bai Luoyin mientras sonreía maliciosamente y decía, “No quiero comer carne, quiero beber leche.”

Bai Luoyin se estremeció y fieramente le dio una patada para hacerlo a un lado. Enojado respondió, “Si dices alguna otra vileza entonces meteré tu cabeza en la olla, ¿me crees o no?”

Gu Hai sonrió mientras tomaba un poco de comida, masticaba y hablaba, “Yin Zi, verte comer también es un placer.”

El corazón de Bai Luoyin fue conmovido. ¿No se sentía él de la misma forma? Cuando antes no tenía a Gu Hai, no importaba lo que comiera, todo ello no era más que algo para llenar su estómago. Pero ahora con esta persona a su lado, las dificultades llegaron una por una. Primero está el decidir qué comer, en dónde comer, y con quién comer, como si comer fuese un gran asunto. De hecho, la razón por la que no había comido en los días pasados no fue porque fuese exigente, sino porque había una persona menos, así que de pronto no tenía apetito.