Capítulo 14

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—Vamos Liv. Dime lo que está mal —sacó a Emily de la silla para niños y caminó hacia el sofá donde ella estaba.

—No es nada Elliot. Sólo estoy cansada —mintió. No podía decirle que le dolía el corazón verlo con Emily, saber que su hija no tenía un padre presente, que a pesar de todo no había logrado que Andrew las amara como debían ser amadas.

Olivia se había quedado en silencio. Elliot no quitaba la mirada de su rostro, algo estaba pasando por su cabeza, sólo que él no podía dar en el clavo de qué era lo que la estaba molestando tanto. Habían llegado hace un par de horas desde el hospital. Ella estaba de mucho mejor ánimo, eso era indudable, pero tenía cierta mirada de tristeza. Emily estaba en el suelo, sobre la alfombra jugando con algunos bloques rosados, blancos y morados que le permitían hacer diversas figuras, ella estaba inmersa en su propio mundo.

Elliot se rasco la cabeza incómodo antes de hablar.

—Liv, ¿confías en mí? —preguntó directo. Ella quitó al mirada de su hija y se volteó lentamente para mirar esos hermosos ojos azules que estaban fijos en ella.

—Claro que sí. ¿Por qué me preguntas eso? —dijo casi ofendida. Elliot movió la cabeza hacia un lado.

—Bueno, pregunto porque sé que algo te pasa, sin embargo no tienes al parecer la confianza suficiente en mi para contármelo —respondió luchando por no sonar como que estaba enojado porque no lo estaba, sino que era la preocupación hablando por él.

Ella movió la cabeza lentamente de un lado hacía el otro, su pelo suelto se movía mientras lo hacía.

—Es sólo algo que está en mi cabeza desde que volví de Washington —le dijo casi con vergüenza, después lo pensó por unos segundos y rectifico—. No, no es verdad. Es mucho tiempo antes —aclaró, Elliot notó que ella estaba dudando en hablar con él.

—Vamos, puedes decirme Liv —puso su mano derecha en el brazo de Liv, ella asintió.

—Sólo, no sé Elliot... tengo tantas cosas en mi cabeza ahora mismo. Miro a mi hija y me duele tanto saber que va a ser igual que yo, que no va a tener un padre en su vida... —tomó una respiración profunda—. Sé lo que es vivir sin un padre y simplemente tengo miedo cuando ella pregunté por él —sabía que Andrew había desaparecido de sus vidas, ella había hecho todo lo posible por que fuera así—, y luego estas tu... —se detuvo a mitad de frase, estaba hablando rápido y titubeando.

—¿Y yo qué? —preguntó arqueando una ceja.

—Te veo jugar con ella, interactuar con ella y me gustaría tanto que su padre estuviera presente, pero sólo por ella, no por mí —en realidad lo que ella había estado pensando es que le hubiera gustado que él fuera el padre de su hija, no Andrew, pero por supuesto no podía decirlo, era abrirse demasiado. Se movió un poco e hizo una mueca cuando se acomodó un poco en el sofá—. Andrew nunca la quiso. No quiero que mi niña hermosa sienta que no es querida. No quiero que sienta ese dolor... —un par de lágrimas se desplazaron a través de las mejillas de Olivia, dejando un camino húmedo. No se tomó la molestia de esconderlas de Elliot.

—¿Cómo tú? —le preguntó, él sabía la forma como ella se sentía alrededor de su madre. Nunca entendió por qué nunca la quiso o por qué eligió quedarse con ella sabiendo quien era el padre y como había quedado embarazada.

—Nunca le pude preguntar a mi madre porque me odiaba tanto... —mantenía la mirada en Elliot, estaba abriendo su corazón hacía él—. Sé que no debe haber sido feliz al verme todos los días y recordar porque yo estaba ahí pero ella tuvo opciones... —tomó un respiro profundo, su pecho se sentía apretado y aliviado. Emily le daba algunas miradas, pero definitivamente estaba más entretenido su juego—, tengo algunos recuerdos de cuando era niña, y sólo quiero que mi hija no tenga esos recuerdos de abandono...

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now