Capítulo 83

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—Tengo que llevar a mi novia al hospital... —dijo Elliot interrumpido por un sollozo de Liv.

—Podemos llamar una ambulancia por usted —ofreció el guardia para que Elliot estuviera solamente pendiente de ella.

—Lo agradecería.

El otro hombre tomó su radio portátil y comenzó a dar instrucciones a través de la línea. Elliot había tomado la mano de Liv, ella apretó la mano con fuerza.

—No puedo creer que este de vuelta en mi vida... y que pueda provocarme tanto daño —susurró Liv con la voz entrecortada.

Elliot había estado sentado junto a Olivia durante cinco minutos, viendo como ella constantemente tenía una mueca de dolor en su rostro e intentando calmarla.   

—Oficial...

—¿Señor? —el oficial volteo para mirar a Elliot.

—Hemos estado esperando casi cinco minutos, debo llevarla a un hospital lo antes posible —dijo Elliot volviéndose cada vez mas inquieto.

—Lo sé señor pero el palacio de tribunales es un lugar de difícil acceso, sin mencionar los autos que se encuentran constantemente estacionados y poniendo más complicado el trafico —contestó el hombre disculpándose con Elliot.

—Uhg —interrumpió Liv quejándose.

—¿Liv?

Ella se puso de pie y Elliot acortó el camino. Liv se estrelló contra él para quedar entre sus brazos.

—No... no puedo aguantar más —se quejó, manteniendo una mano en su vientre y su cabeza apoyada en el pecho de Elliot. Él ya había tomado una decisión.

—¿Puedes caminar? —preguntó sinceramente no sabía que tan malo era el dolor.

—Eso creo —respondió, el dolor definitivamente había debilitado su cuerpo.

—No podemos esperar más cariño. Vamos a ir en auto —se separó de ella—. Apóyate en mi todo el camino —pasó su mano detrás de ella para darle soporte.

—Señor... ¿Qué hago si llega la ambulancia? —preguntó el guardia.

—Dígale que llegó demasiado tarde. No voy a esperar a que le pase algo a mi novia o a nuestro bebé —contestó—. Si necesitas que te cargue me avisas —agregó dirigiéndose a ella que sólo asintió.

—¡Dios! —se mordió el labio, realmente no creía que eso estaba pasando otra vez. Su embarazo iba relativamente normal, hasta que Andrew se metió nuevamente en su vida.

Con gran dificultad llegaron hasta el estacionamiento donde Elliot había dejado el auto. Ayudó a Liv hasta llegar al asiento, puso su cinturón cuidando no presionar su pequeño vientre y corrió al otro lado.

—Vamos a estar en quince minutos. Sólo tienes que aguantar un poco más.

Ella asintió, en realidad nada podía hacer más que aguantar los calambres que estaba sintiendo.

—Debería haberte llevado de inmediato —se reprochó y ella llegó a su mano.

—No hagamos esto, por favor —no quería buscar la culpa de nadie, sabía quien era el responsable de la situación pero en ese momento lo único que estaba en su mente era el pequeño bebé que estaba sufriendo en su interior.

—A parte del dolor en el vientre, ¿tienes otro dolor? —preguntó, quería estar al tanto de absolutamente todo.

—Mi cabeza... mi cabeza me está matando.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now