Capítulo 32

1.4K 74 2
                                    

—Detective —Olivia soltó la mano de la chica a pesar de sus protestas y se dirigió hacia la doctora que claramente requería su atención.

—¿Qué pasa? —preguntó, nada bueno podía ser, podía ver la expresión en el rostro de la doctora. Se acercó a la doctora, cuidando de no ver debajo de la sábana.

—Ella fue brutalmente atacada detective —susurró la doctora al ver los desgarros producidos en el interior de Catalina.

Cientos de recuerdos inundaron el cerebro de Olivia.

Después de escuchar las palabras de la doctora volvió a la cabecera de Catalina para prestarle apoyo. El ataque había sido mucho peor de lo que la chica decía, sus evidencias físicas lo demostraban. Tomó su mano entre las suyas, esperando a que la doctora terminara todo el procedimiento, ella no había escuchado nada de Elliot, eso solo podía significar que en realidad no había encontrada nada aun, o por lo menos no útil para ellos.

—Hemos terminado —dijo la doctora terminando de etiquetar con el nombre la evidencia—. ¿Necesitas algo Catalina? ¿Algo para el dolor? —la doctora era consciente del malestar que la chica podía tener, tanto en su parte intima, como en todo su cuerpo maltratado.

—Creo que necesito algo para el dolor.

—Voy a ir por algo, vuelvo enseguida.

La enfermera salió detrás de la doctora, dejando la evidencia física en el mesón para que Olivia lo llevara al laboratorio.

—Catalina, cariño, tienes que decirme el nombre de tu novio, te hizo mucho daño —quería convencerla, pero no empujarla tanto, de lo contrario se cerraría y no diría nada finalmente—. Debe pagar por el daño que te hizo. Te golpeó muy mal —respiró hondo—. Catalina, hay evidencia en tus muslos de una fuerte presión y en tu vagina hay varios desgarros que la doctora tuvo que reparar. Tienes que decirme su nombre para que no vuelva a hacer nada igual.

La enfermera ingresó unos minutos, le agregó al goteo de Catalina calmante para el dolor y salió. Olivia y ella se quedaron en silencio.  

—Franco Phillips.

—¿Sabes su dirección?

—¿Tiene un lápiz? —preguntó agotada. Olivia buscó en su chaqueta su cuadernillo y su lápiz, extendiéndolo hacia la chica, lo recibió y escribió.

En cosa de segundos Catalina estaba durmiendo y Olivia estaba agradecida de los efectos de los calmantes, la chica sin duda merecía y necesitaba un descanso. Salió corriendo rápidamente por el pasillo en busca de Elliot que debería estar en cualquier lugar, se suponía que iba a esperar por ella mientras lograba alguna noticia con Cragen, o ella por su parte algo con Catalina. Luego de unos minutos pudo ver a Elliot, hablando con alguien por teléfono, ella asumió a la distancia que era alguien del trabajo. Se secó un par de lágrimas, no quería que Elliot viera que el caso de una u otra manera estaba llegando a ella.

—El...

—Capitán, Olivia tiene algo de información, lo llamo en unos minutos —dijo terminando la llamada, aun no podía decirle a su jefe de que se trataba, así que prudentemente no le dio información—. ¿Catalina está bien? —preguntó, vio la mirada de Olivia, algo estaba pasando.

—Ella está durmiendo ahora. Le tuvieron que dar algo para el dolor, después del examen ella comenzó a sentirse más adolorida aun —informó—. Tengo el nombre y la dirección. Ella lo anotó aquí —extendió el papel, lo único que quería era atrapar a ese infeliz, pero tenía que luchar contra su impulso, de lo contrario estaba segura que Elliot le iba a decir a Cragen y la iban a sacar del caso.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now