Capítulo 115

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—Vamos a un lugar privado.

Nuevamente Elliot ayudó a Liv a ponerse de pie, y salieron detrás del doctor. Entraron por segunda vez a la sala.

—Acaban de llegar los resultados de Emily —por la voz y la mirada, algo no estaba bien—. Lo siento. Emily tiene...

—Mi hija tiene ¿qué? —Olivia podía sentir el entumecimiento de su cuerpo, afortunadamente estaba sentada, de otra forma hubiera caído directamente al suelo.

—Leucemia, sra. Benson —respondió el médico con cierto pesar, él tenía bastante asumida la información que tenía que darle, algo así como aprendido—. La leucemia es una enfermedad que afecta mayormente a niños pequeños, como el caso de Emily —dijo el doctor observando a ambos padres y la consternación visible en su rostro.

Liv necesitaba algunas respuestas y miró a Elliot. Él se aclaró la garganta.

—La trajimos... innumerable cantidad de veces y nadie dijo nada —tenía las manos sobre la mesa y Olivia podía ver como apretaba los puños.

—No sabíamos que se trataba de esta enfermedad —se excusó el doctor Karev.

—No le hicieron ni un maldito examen de sangre —dijo enojado, el médico asintió.

—Por los síntomas que ella presentaba cuando la traían, lo más probable es que el médico de urgencias no necesitaba esos exámenes —explicó, teniendo claro que existió algo de mala gestión de parte de los médicos, se podía ver el historial de las veces que había sido llevada pero claramente no podía asumirlo frente a estos padres devastados—. Lo positivo respecto de la situación de Emily es que es una niña pequeña y los estudios apuntan a una alta tasa de mejoría —dijo casi como si fuera una buena noticia.

—Me dice que mi hija tiene leucemia y me debo quedar tranquilo porque los estudios le dan un buen porcentaje de sobrevivencia, ¿en serio? —preguntó Elliot poniéndose de pie con tanta fuerza que la silla golpeó la muralla trasera con violencia.

—Elliot... —casi fue un susurro de parte de Olivia, ella lo necesitaba calmado, a su lado, no iracundo como estaba en estos momentos. Él tomo un par de respiraciones profundas.

—Lo siento... —besó la cabeza de Liv y tomó asiento nuevamente.

—¿Qué es lo que se viene ahora? —preguntó Olivia.

Elliot estaba aún a su lado luchando por calmarse. Ella puso su mano izquierda en el antebrazo de Elliot, y su otra mano en su vientre, donde podía sentir la tensión de toda la situación. En su línea de trabajo habían aprendido a tener los nervios casi de acero pero esta era una situación que escapaba de toda preparación, su hija pequeña estaba gravemente enferma.

—Tenemos que hacer algunos exámenes adicionales para ver la fase en la que se encuentra —indicó el doctor, sabiendo todo lo que se venía para esa familia—. Sé que es una noticia difícil de asimilar.

—¿En serio? ¿Tiene una hija con leucemia? —ella abrió los ojos al escucharlo y preguntó, sabía la respuesta—. No, ¿cierto? Entonces usted no tiene idea lo difícil que es —añadió, sin gritar pero si hablando firmemente.

—Lo siento... —dijo el doctor, nunca eran bien recibidas esas noticias y él estaba mas que acostumbrado—. Voy a derivar a Emily al oncólogo infantil para que la vea.

Ambos asintieron, aún rogando a Dios que solo se tratara de un mal sueño una pesadilla.

—El Dr. Kalaf es una eminencia en leucemia, sin duda es el mejor que tenemos en el hospital —dijo el doctor, ambos volvieron a asentir casi automáticamente—. El hospital tiene un grupo de apoyo de padres que tienen hijos enfermos, en el caso que necesiten algún tipo de a apoyo.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now