Capítulo 37 (+18)

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—El... —no estaba segura si debía hacer la pregunta, solo esperaba que no lo tomara mal.

—¿Si bebé? —preguntó mientras buscaba algo en la televisión para que vieran juntos.

Ella no estaba segura si debía preguntarle de una vez o quizás hacerle una especie de conversación antes pero por supuesto, Olivia Benson nunca se iba por las ramas así que respiró hondo decida a preguntar.

—El... quiero que probemos otras cosas... —dijo sin rodeos—, en la cama —susurró.

Elliot se quedó en silencio unos minutos, lo que le pareció a Olivia una eternidad.

—¿Soy aburrido... en la cama? —preguntó obviamente dolido por la sugerencia de Olivia. Estaba claro que su ego de hombre había sido herido por su novia.

—¡¿Qué?! —preguntó sorprendida—. ¡Dios! El. ¡Por supuesto que no! —se arrepintió de inmediato de la pregunta que le hizo.

—No entiendo entonces.

—El, cariño, por supuesto que no eres aburrido. La forma como me haces el amor, como me haces sentir... sin duda no es aburrido —se ruborizó, solo escuchándola gemir mientras él se movía en su interior era un claro indicio que él no era aburrido para nada en la intimidad de su habitación. Podía sentir por el agarre de Elliot que estaba tenso—. El... 

Vio como una tímida vena se estaba asomando en su frente. Había luchado internamente y decirle había claramente sido un error pero él estaba tan equivocado en lo que ella quería plantear. Ambos se quedaron en silencio.

—El... lo que quería decir —dijo casi sonando triste. Elliot tan solo al escucharla sabía que ella estaba apenada, por lo que la miró—. El... yo sólo... no sé... —estaba titubeando—. Me siento tan increíblemente bien contigo cuando estamos juntos. Yo simplemente quería probar cosas porque tú me haces sentir tan confiada. Confió tanto en ti cuando estamos haciendo el amor que yo simplemente quería ser capaz de probar alguna otra cosa. Nada grotesco, sólo algo que ninguno de los dos haya hecho antes.

Elliot después de unos segundos sonrió, claramente había entendido mal.

—¿Tienes alguna fantasía, Benson? —preguntó con una sonrisa ligeramente torcida. Olivia sintió de inmediato ruborizarse.

—El... mi fantasía era estar contigo alguna vez y ya la he cumplido... —suspiró—, varias veces —agregó devolviéndole la sonrisa.

—¿Yo era tu fantasía?

—Si amor. Hacer el amor contigo fue mi fantasía por mucho tiempo —se aferró a uno de los cojines del sofá y se aferró a él.

—Eso es increíble nena. Me siento alagado —dijo luchando por no sonar arrogante—, y me siento muy honrado de que quieras hacer otras cosas. Sabes que te amo y que te respeto —dijo serio. Sabía que después de su mala experiencia anterior, que el tema del sexo para ella era un tema sin duda delicado.

—Por eso mismo cariño. Confió en ti en cuerpo y alma —estaba hablando desde su interior—. El...

Elliot se fijó en su mirada, podía ver sus ojos cafés observándolo fijamente.

—¿Si bebé? —ella estaba esperando una respuesta de su parte.

Antes de decir algo Elliot se levantó del sofá, dejándola confusa. Se agachó, poniendo un brazo debajo de las rodillas de Liv y otra en su espalda y la levantó en sus brazos.

—Vamos a la cama Olivia —dijo en su oído, por la forma como lo dijo y el tono de voz Olivia estaba segura de que no iban a dormir.

Pasó sus manos para unirlas detrás del cuello de Elliot y él fue directamente a la habitación. La depositó en la mitad de la cama. Ella se había cambiado de ropa después de llegar del trabajo por lo que ahora vestía un pantalón de buzo y una camiseta ploma. Elliot se quitó la chaqueta, después la corbata y por último la camisa, dejando su torso completamente desnudo. Ella solo lo observaba, mordiéndose ligeramente el labio. Quería ir ahí y desvestirlo, pero Elliot le había hecho un gesto para que se quedara dónde estaba. Él siguió con su pantalón, lo dejó deslizarse a través de sus fuertes piernas, quedando atascados en sus tobillos. Levantó las piernas de una en una para librarse de el y en cosa de segundos estaba solo en bóxer frente a Olivia. Ella sonrió. La imagen era hermosa. Elliot tenía un cuerpo hermoso, era fuerte, marcado, musculoso, pero para nada al extremo, era perfectamente bien formado. Él en cosa de medio segundo estaba sobre ella. Su boca en sus labios besándola profunda y apasionadamente.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now