Renacer - Bensler

Capítulo 73

Liv había pasado donde la secretaria del doctor para solicitar la fecha de su próxima cita. Elliot se mantuvo al lado de ella durante todo el tiempo. Ella lo miraba y no podía evitar notar la enorme sonrisa en su rostro.

—¿Estas contento? —preguntó al notar su silencio, ya estaban en dentro del auto.

—Contento es poco amor. Estoy feliz —hizo una pequeña pausa—. Vamos a tener un niño, Liv —vio su rostro—. No me lo tomes a mal cariño, un chico o una chica en verdad me daba igual, solo esperaba que estuviera sano —aclaró no queriendo darle una impresión errada—. Sólo que ahora que sabemos que es... no sé me siento aún más feliz.

Liv abrió la botella de agua que llevaba en el auto y se la llevó a la boca.

—Estoy seguro que en poco tiempo vamos a estar igual en números —dijo, haciendo que Liv se ahogara con el sorbo de agua que había tomado.

—¡Maldición Elliot! —se secó la boca con el dorso de la mano—. Deberías haberme advertido —agregó al ver toda su blusa mojada por el líquido. Levantó la vista—. En tus sueños —lo miró fijamente—. No estoy planeando tener otro bebé en el corto plazo, así que quita esa idea de tu mente Stabler —dijo en tono de advertencia, pero a la vez feliz de que él tuviera abierta a la posibilidad de más niños, era algo que ellos no podían prever—. En estos momentos quiero darle toda la atención a este bebé y a Emily... así que no hay más bebés en el corto plazo —concluyó cerrando la botella de agua.

Se enderezó en su asiento y puso ambas manos en su vientre ligeramente redondeado, ella sabía que prontamente iba a perder su estómago tonificado y su cintura marcada para dar paso a un cuerpo preparado para la maternidad.

—Un niño —sonrió, cuando se había enterado que Emily era una niña no había dejado de sonreír durante horas, esta vez no iba a ser diferente—. Tenemos que encontrar un nombre para él —dijo Liv haciendo una nota en voz alta de las cosas que se venían por delante, ella quería tener todo preparado con anticipación, con Emily no tuvo tampoco esa oportunidad, la niña había dormido con ellos a falta de una cuna, había caído en el hospital y no había sido capaz de comprar nada para ella.

—Tenemos que decirle a los niños. Estoy seguro que deben estar esperando mi llamada.

—El... son niños, dudo que estén pendiente de mis citas para saber del bebé.

—¿Recuerdas la llamada de esta mañana? —preguntó doblando en el semáforo.

—¿Cuándo estaba en el baño?

—Fue Maureen, quería saber la hora que tenías médico. Los chicos habían estado preguntando desde ayer. Ellos están emocionados y créeme amor, solo quieren que el bebé sea un pequeño sano, les daba igual si era niño o niña, pero ahora que sabemos.. Dickie va a ser el más feliz.

De inmediato detuvo el auto, habían llegado a casa.

Después de saludar y jugar un tiempo con su hija, a Liv le dio hambre por lo que dejó a la niña mirando los dibujos ánimos y fue a la cocina para prepararse algo. Estaba concentrada abriendo un yogurt cuando sintió las manos de Elliot en su cintura y sus labios en su cuello.

—Elliot —gimió ante la sensación de sus labios en ella. Él cambió la posición de su mano hasta el vientre de ella.

—¿Cómo esta nuestro muchacho? —preguntó lleno de orgullo paternal.

—Bien... supongo —llevó su mano sobre la que Elliot había posicionado antes en su vientre—. Es aún muy pequeño para sentirlo, pero tú lo viste El... es tan pequeño pero a la vez tan perfecto —se secó una lagrima—. No importa cuántas veces lo haga siempre es hermoso... diferente —añadió de alguna manera disculpándose por la emoción.