Capítulo 100

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—¿Tuvieron suerte? —preguntó Fin cuando vio llegar al precinto a Olivia y Elliot, ellos habían llegado hace una media hora antes que ellos.

—No mucho... —contestó Liv quitando su chaqueta y arreglando su blusa sobre su vientre ligeramente abultado—. ¿Y ustedes?

—No recuerda nada... recuerda haber ido caminando por una calle y luego sólo se acuerda de despertar en el hospital adolorida y confundida.

—Casi lo mismo... —puso la chaqueta en la parte de atrás de su silla—, no recuerda absolutamente nada del ataque y no sé si es bueno o malo. Aunque sin duda no recordarlo es bueno... pero en algún momento va a necesitar ese cierre —dijo pensativa.

—Aun tenemos que ir al hospital, accedió al examen de violación pero aún no nos llega nada —intervino Elliot revisando los mensajes para ver si desde el laboratorio había sido contactado—. ¿Cuándo atacaron a su victima?

—Hace 3 días —respondió Munch.

—Entonces los resultados de drogas debería estar listo... —dijo Elliot recordando que los exámenes de sangre para drogas mas a cabalidad tenían una demora de 72 hrs.

—El problema es que no le hicieron examen...

—Eso es raro —dijo Liv desde su escritorio.

—Nosotros no vamos a tener respuesta del laboratorio al menos durante unas 24 horas —indicó Elliot arremangándose la camisa.

—¿Accedió a examen de violación? —preguntó Olivia desde su escritorio, deseando poder hacer algo más que solo esperar.

—Sí... no encontraron nada.

—Vamos a hacer una visita al hospital —dijo Elliot tomando su chaqueta.

Olivia estaba descansando en su escritorio y asintió, si ella había decidido tomar el caso y trabajarlo, entonces tenía que estar lista para cualquier salida abrupta, aunque su estómago estuviera a punto de gruñir de hambre.

—¿Todo bien? —preguntó Elliot, ella llevaba sus manos en su vientre como era costumbre durante los viajes en auto, haciendo círculos y sonriendo cuando sentía el ligero aleteo en su interior, sabiendo que su hijo estaba despierto.

—Sí... —respondió ella sonriendo ante la mirada inquisitiva de Elliot.

Lo único que la aquejaba en este momento era el hambre que sentía pero ella sabía que iba a ser por un período corto y demás podía aguantar. Después de hablar con el doctor que atendió a Annette y le pediría a Elliot pasar a comer algo.

—Buenas tardes... —dijo Elliot a la enfermera que se encontraba en la recepción—. Somos los detectives Stabler y Benson —se presentó e hizo lo mismo con su compañera.

—¿En qué los puedo ayudar? —preguntó la mujer.

—Necesitamos hablar con el Dr. Reiss —indicó Elliot, la enfermera buscó en su ordenador.

—Voy a tratar de ubicarlo, estaba a punto de iniciar las rondas... —tomó el teléfono—. Tomen asiento, puede tomar un tiempo —agregó la enfermera notando el vientre levemente abultado de Liv.

Ambos asintieron y caminaron un par de metros hasta donde había una fila de asientos.

—Detectives... el doctor viene en diez minutos —dijo la enfermera acercándose a ellos en la corrida de asientos en la cual estaban sentados.

—Gracias... —dijo Elliot amablemente, siempre había un trato cordial entre los funcionarios de hospitales y ellos, después de todo ambos ayudaban a las personas, protegiendo y salvando vidas.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now