Capítulo 59 (+18)

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Llegar a su casa pasada la media noche sin duda no era algo nuevo para ninguno de los dos. Continuamente estaban tomando casos que los dejaban amarrados por horas pero aun así no era agradable, sobre todo porque cuando llegaban Emily ya se encontraba en su cuna durmiendo.

—¿Crees que Casey pueda rechazar un trato con ellos? —preguntó Olivia una vez que se encontraban en el sofá, aunque fueran solo unos minutos querían estar acurrucados antes de ir a la cama. Ambos estaban seguros que una vez puesta la cabeza en la almohada ambos caerían rendidos.

—Liv, cariño, ya hicimos nuestra parte y debemos dejarla en el trabajo. En casa nada de hablar de trabajo —hizo suaves círculos en el dorso de la mano de Liv—. Este es nuestro momento de relajo y debemos disfrutarlo —añadió—. El jueves organicé una pequeña reunión con los niños, creo que es buen momento para que conozcan la noticia de su nuevo hermanito o hermanita —apoyó con suavidad su mano en el vientre de ella.

—Sólo espero que estén emocionados con el bebé.

—Ellos lo serán, ya hemos hablado de esto —sonrió—. No sé porque tienes tantas dudas. Ellos te adoran, adoran a Emily y adoraran a este pequeño individuo —acercó sus labios al vientre de Liv y lo besó.

Ella se agitó ligeramente, el tacto de Elliot hacía estragos en ella. 

—Hmmm —respondió inconscientemente a las caricias de Elliot.

Cuando él dejó de besar su vientre ella se movió para quedar sobre él, a caballo y besó su cuello, casi con tanta fuerza que estaba segura le iba a dejar una marca. Se mecía suavemente sobre la parte delantera de Elliot, ella se rió y llevo una mano al primer botón de la camisa de Elliot y lo desabrochó con lentitud y paciencia.

—¿Qué? —preguntó por la mirada de Elliot—. Tú dijiste que debíamos aprovechar el tiempo juntos... que mejor que haciendo esto —se acercó al oído y susurró las últimas palabras.

Liv besó los labios de El lentamente al principio, para luego hacerlo más insistente y fueron profundizando el beso,. Apuró un poco el movimiento, estaba segura que podía sentir a Elliot despertando para ella. Se separó de él con rudeza.

—Oh... no... no... mierda —se llevó la mano a la boca y salió corriendo en dirección al baño para sorpresa de Elliot.

Él respiró hondo, tratando de sacudir de sus pensamientos la forma como ella se movía encima de él. Tenía que tranquilizarse y lograr bajar la inminente erección. Tomó un par de respiraciones profundas y salió detrás de ella.

—Lo siento —se disculpó ella entre náuseas y sensación de vomitar.

—Está bien Liv, no hay problema —al parecer iba a ser otra noche en el piso del baño.

—Yo quería... y mucho —luchó por una sonreír—. Este bebé me odia —se sentó y puso su mano en su vientre.

—No te odia amor, estoy seguro que el bebé ama a mamá. Liv, no tenemos que hacer el amor si no te sientes bien. Vamos a esperar el tiempo que sea necesario —contestó, si bien es cierto era hombre, sus necesidades ahora estaban prácticamente en último lugar.

—Pero yo quería... yo quiero —se quejó de nuevo.

—Cariño, vamos a esperar para eso, ¿bien?

Ella asintió. 

Elliot no quería que ella se sintiera presionada a hacer nada que no quisiera,. A pesar de que quería estar íntimamente con ella cada vez que les fuera posible, le iba a dar su tiempo, sabía lo mal que ella se ponía durante el primer período del embarazo, no necesitaba recordatorios de todo lo que había pasado con ella y el hombre que a Elliot no le gustaba ni siquiera pensar. Nunca la podría forzar, no viendo lo miserable que se sentía.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now