Capítulo 141

851 40 2
                                    

Elliot cerró el último de los archivos, era día viernes y él tenía toda la intención de salir muy temprano del precinto. Tenía un plan en mente e iba a aprovechar de que era viernes para hacerlo efectivo. Liv había estado extraña con él durante toda la semana y no había querido decirle el motivo.

Dejó el bolígrafo sobre la mesa, tenía que ir a hablar con Cragen para poder salir antes de tiempo. Se puso de pie y caminó el corto espacio hasta la puerta de la oficina de su capitán. Golpeó suavemente.

—Adelante... —escuchó desde el interior. Él giró el pomo de la puerta y la abrió puerta, dos pasos más y estaba en la oficina—. ¿Necesitas algo Stabler? —preguntó Don fijando su mirada en el documento que tenía frente a él.

—Terminé con el papaleo del caso Dickens —informó Elliot, por ahora era su única labor ya que el juicio comenzaba el día lunes y Casey estaba urgiendo el papeles.

—Muy bien.

—La tarde ha estado lenta... —hizo una pausa—, ¿me preguntaba si es posible salir antes? —trataba de no sonar desesperado pero si Cragen le decía que no sus planes se iban a estropear.

—¿Tienes planes? —preguntó Don perdiendo el interés en la documentación y levantando la vista para ver a Elliot.

—Así es señor —admitió, aunque él sabía que Cragen iba a asumir que sus planes eran llegar a casa para estar con Liv y los niños.

—No hay problema Elliot, así aprovechas el fin de semana —indicó, desde que Liv y Elliot se habían vuelto una pareja romántica, Cragen tenía cierto aprecio adicional a Elliot, sobre todo por que él podía ver la felicidad en el rostro de Liv y a cada permiso no le podía decir que no ya que significaba una sonrisa extra en el rostro de ella—. Salúdala de mi parte y a los pequeños —no la había visto casi por dos semanas, su puesto de trabajo le exigía tiempo y lamentablemente no se había podido dar el tiempo para ir a ver a Liv y los niños, que él consideraba sus nietos.

—Lo haré Don — respondió Elliot, un tonó mucho más extraoficial y con una sonrisa en su rostro, enorme a decir verdad.

***

—¡Llegas temprano! —Olivia casi había saltado a los brazos de Elliot, se había extrañado cuando sintió las llaves de lapuerta y asumió que era alguno de los niños que había decidido pasar directamente a casa después del colegio. Quedó claramente sorprendida por supuesto cuando vio que era Elliot quién estaba en casa.

—Guau... que manera de recibirme —dijo abrazándola y apretándola más cerca de su cuerpo, sintiendo el aroma de su champú. La besó dulcemente en los labios cuando el abrazo se había terminado.

—No es que me queje pero, ¿qué haces en casa tan temprano? —preguntó sonriendo.

—¿Qué? ¿No puedo querer estar conmi familia? —preguntó luchando por parecer dolido—. Las cosas estaban lentas y prácticamente estaba perdiendo tiempo... que mejor que aprovecharlo con mi hermosa novia y nuestros hijos —añadió coquetamente—. ¿Dónde están? —preguntó al ver la sala vacía y una tranquilidad, él comúnmente no estaba tan temprano en casa.

—Tomando su siesta, estaban agotados —indicó Liv, a decir verdad ella también lo estaba, de hecho se estaba preparando para ir a la cama, justo había pasado por la sala cuando escuchó las llaves.

Elliot observó la hora y esto llamó la atención de Liv.

—¿Debe estar en alguna parte detective?

—De hecho sí —se acercó a ella, besó su frente—. Tenemos reservas a las siete... —vio el asombro en el rostro de Liv, ella no tenía idea que iban a salir esa noche.

Renacer - BenslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora