Capítulo 54

1K 41 0
                                    

... y con respecto a Don, creo que va a estar bien.

—El. Liv —ambos se dieron vuelta para ver que Fin estaba detrás de ellos, pero por su rostro claramente no había escuchado nada—. Tenemos nuevamente alguien llamando para denunciar un abuso en el jardín infantil. Munch esta hablando ahora con ella —a pesar de todos los cambios en su vida, el trabajo seguía interrumpiendo sus momentos.

El trabajo nuevamente los alejaba de sus temas personales. Tenían que hablar con los hijos de Elliot, tenían que contarle a sus compañeros, tenían que ver la forma de enfrentar la ida de Cragen, tenían que enfrentar al nuevo capitán, pero todo eso iba a tener que esperar ya que tenían un caso en sus manos y ellos se habían comprometido con Cragen de que pasara lo que pasara ellos iban a hacerlo orgulloso de haber sido alguna vez su capitán. De inmediato se cambiaron a modo policía.

—¿Tienen un nombre? —preguntó Elliot.

—Aún no hombre. Ha llamado dos veces ya y corta, no se identifica —contestó Fin medio cabreado, si fuera por él tomaría la llamada y exigiría saber quién demonios estaba llamando pero Munch tenía mucha mas paciencia que él—. ¿Van a seguir ustedes con el caso? —preguntó, sabía que algo estaba pasando con ellos, de lo contrario Cragen no les habría pedido dejarlos solos. Él iba a darle tiempo a sus compañeros de trabajo, y sin duda amigos.

—Sí. Liv y yo vamos a seguir en el caso — aseguró recibiendo un gesto afirmativo de Olivia—. ¿Estás lista? —le preguntó, le había dado algo de tiempo para que ella fuera al baño a refrescarse, algo de su maquillaje se había corrido debido a las lágrimas derramadas en la oficina de Cragen.

—Sí —respondió arreglándose la blusa que estaba ligeramente torcida—. Lista.

A veces el trabajo era una buena escapatoria a los asuntos personales. Salieron de la estación y Elliot condujo hasta el jardín otra vez.

—Dime por favor que tiene algo nuevo Munch —gimió cuando iban camino al jardín. Estaba cansada y quería volver a casa pronto, un caso que les llevara horas no estaba dentro de sus planes ni dentro de sus deseos.

—Quién llamo nos dijo que habían cámaras en todas las salas del jardín.

—¿Casey dio autorización para pedir las grabaciones?

—Munch la iba a llamar en nuestro camino, de esta forma estamos ahorrando tiempo —indico Elliot mientras giraba en la última calle antes del jardín infantil.

Se detuvo una cuadra antes del jardín ya que de esa forma no ponía sobre aviso a nadie en el lugar. Ambos se bajaron del auto de sus lados respectivos y caminaron en dirección al jardín. Golpearon nuevamente, ambos habían estado solo un par de horas atrás en el mismo lugar.

—Detectives —se dieron vuelta para ver a Liseth dirigiéndose hacía ellos desde la calle, al parecer había salido a realizar algunas compras—. ¿Qué puedo hacer por ustedes... nuevamente? —preguntó la mujer sin poder ocultar su incomodidad.

—¿Podemos entrar? —preguntó Elliot, tratando de usar su encanto varonil—. Déjeme ayudarle —la ayudó con las bolsas de compras, un gesto que les iba a ser útil para ingresar al lugar.

—¿Quién dijo que se habían desaparecidos los caballeros? —dijo la mujer a Olivia, ella asintió sonriendo ligeramente.

Elliot ingresó detrás de la mujer, al parecer las compras eran para los niños que se encontraban en el lugar, claramente ninguno de los detectives estaban interesados en los víveres comprados. Olivia esta vez había sido más observadora que la primera vez que habían estado en ese lugar. Cuando Elliot le había dicho que habían cámaras ella había hecho memoria y no recordaba ninguna, su visión de detective no se había equivocado, la sala donde se encontraban los niños pequeños, que ahora ya no estaba, no tenía indicios de cámaras por ningún lugar.

Renacer - BenslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora