Capítulo 48

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—Quiero ver a mi hija —cruzó sus manos sobre el pecho.

—No tienes una hija —se levantó de su asiento—. Puedes irte —no quería estar más en una misma habitación con él. Él se levantó y salió pasando por el lado de todos—. Y nunca la tendrás.

—Eso lo vamos a ver Olivia —contestó desafiante.

El corazón de Olivia se detuvo cuando escucho las palabras de Andrew.

—¿Qué quieres decir con es? —preguntó devolviéndose a él para enfrentarlo.

—Ella es mi hija y la quiero ver.

—¡No la quieres! ¡Nunca la has querido!

Elliot puso una mano sobre el antebrazos de ella, luchando para calmarla.

—Bueno, ahora quiero verla. Un hombre puede cambiar —sonrió.

—No. Tu no cambias. Tu no cambiaste —dijo dolida—. ¡Ella está bien sin conocerte! —gritó de nuevo. "Ella está bien con Elliot como padre." pensó.

—Tengo derechos sobre ella —dijo con propiedad.

—¿Derechos? La dejaste a los días de nacida.

—Tú te fuiste Olivia —aclaró Andrew.

—No voy a permitir que la veas.

—Bueno eso ya lo veremos —concluyó muy seguro—. Vas a saber de mi Olivia. Quieras o no — dijo saliendo de la sala, quedando justo en la sala de observación.

Elliot agarró su brazo con fuerza.

—¡Escúchame! —Andrew se detuvo—. Si te acercas a cualquiera de ellas te vas a arrepentir —advirtió frente a sus compañeros y a Cragen.

—¿Es una amenaza detective Stabler? —preguntó—. Me parece una amenaza a mí —agregó mirando a Cragen.

—Lo siento Sr. Roswell, yo no he escuchado decir ni una palabra al detective Stabler —dijo Cragen dándole todo su apoyo a Elliot.

Andrew observó con incredulidad y se fue.

Elliot se dio vuelta para ver a Olivia, ella se llevó las manos a la boca.

—Oh... Dios mío. Él quiere llevarse a mi bebé —sollozó. Elliot acortó la distancia y la abrazó.

—No lo voy a permitir cariño. Emily es nuestra, no la vamos a dejar ir —le dijo Elliot al oído intentanfo calmarla. Era el primer signo de afecto que tenían frente a sus compañeros, sin embargo todos entendían el contexto en el que se daba.

Ella se separó rápidamente.

—Voy a estar enferma —se quejó, se llevó las manos a la boca y salió corriendo en dirección al cuarto de baño.

Elliot esperó pacientemente a que Olivia saliera del cuarto de baño y había ido por Emily. Ambos esperando por ella a la salida. Cuando Liv salió sonrió al verlos.

—Vamos —dijo Elliot extendiendo la chaqueta a Olivia.

—No podemos. Acabo de llegar —contestó sin tomarla.

—Cragen nos envió a casa —le insistió con un gesto en que ella tomara la prenda.

—Está bien —dijo derrotada—, pero no quiero ir a casa.

Elliot la miró serio.

—Liv... no te sientes bien. Lo mejor es irnos a casa —hizo énfasis en su malestar físico.

—Créeme en casa o no va a seguir. Creo que el aire fresco me sentaría muy bien —se envolvió con la chaqueta.

—¿Dónde quieres ir bebé? —preguntó dulcemente, la llevaría al cielo si eso la haría sentir mejor.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now