Renacer - Bensler

Capítulo 85

A la mañana siguiente Olivia despertó con una pequeña mano apoyada en su vientre. Habían explicado a la pequeña lo mejor posible la llegada inminente de un nuevo bebé a la casa, al parecer lo había tomado bastante bien.

Se movió un poco más sonriendo al ver a su hija tan tiernamente aferrada a ella, sólo esperaba que una vez que el bebé naciera la pequeña estuviera igual de emocionada que en ese momento, después de todo era muy probable que las primeras semanas después del nacimiento el bebé iba a obtener toda su atención, quisiera ella o no y Emily podría sentirse destituida, incluso celosa del nuevo integrante.

Emily despertó al sentir a mamá moverse a su lado. Se levantó con rapidez y se lanzó sobre Olivia

—Cariño... —advirtió Olivia suavemente a su pequeña. Elliot había despertado para ver a Emily saltar sobre Olivia.

—Emily... —dijo él, la pequeña se dio vuelta para prestar atención a su padre, él procuro ser suave—. Cariño, ¿recuerdas lo que hablamos ayer?

La niña frunció el ceño.

—¿Uhu?

—Cariño... debes tener cuidado con la barriga de mamá.

—¿El bebé? —preguntó Emily concentrada.

—Sí cariño, por el bebé —respondió Elliot. La pequeña miró a Olivia.

—Aquí —se llevó la mano a su vientre—, esta el bebé cariño —ella sonrió a su hija—. Sólo debes tener cuidado con mi barriga, ¿de acuerdo? —preguntó para ver si la niña había captado.

La pequeña asintió y se volteo hacía Elliot seria.

—Papi... tengo hambre.

Él soltó una carcajada, la concentración de Emily se había esfumado, superada por su apetito matutino.

—Yo sé cariño —dijo sonriendo y mirando a Olivia—. ¿Quieres ir a ayudarme a preparar el desayuno? —preguntó quitando las cubiertas para levantarse.

—¡Sí! —respondió la pequeña entusiasmada, le encantaba hacer cosas con papá.

—Vamos a prepararle el desayuno a mamá, ¿te parece bien?

—Sí —caminó de rodillas por la cama hasta llegar al borde.

—Ven aquí... —la cama era demasiada alta para ella, por lo que Elliot la cargó y la dejó en el suelo—. Hija... las pantuflas —indicó a la pequeña, que cada día se iba volviendo mas independiente.

—Sí papá —respondió buscando sus pantuflas rosadas debajo de la cama.

—Ella se esta volviendo tan grande —
dijo Liv suspirando—. No puedo creer que en un par de semanas va a cumplir tres años...

—Y se esta volviendo mas inteligente cada día —añadió orgullos. Se acercó a ella para besar sus labios antes de ir a la cocina—. ¿Algo en especial?

—¿Panqueques? —preguntó para saber si Elliot estaba de ánimos para hacerlos.

—Claro cariño, lo que quieras.

—Mientras ustedes están en la cocina me voy a levantar... —Elliot la iba a interrumpir pero ella le hizo un gesto para que se quedara callado—, a tomar una ducha y vuelvo a la cama —terminó sonriendo, el día anterior no se había bañado en el hospital y ahora necesitaba una con urgencia.

—Oh... por supuesto —besó su frente y salió de la habitación, Emily por supuesto ya había ido a la cocina con entusiasmo.

Cuando Olivia salió del cuarto de baño Elliot estaba hablando por teléfono, ella no tenía la costumbre de escuchar sus conversaciones por lo que se fue a buscar una muda de ropa. Vio sobre la cama, el desayuno ya estaba listo, como Emily no estaba supuso que la niña estaba en la sala de estar viendo dibujos animados como cada mañana, a veces era difícil tenerla en la cama tranquila. Ella sabía de donde había sacado ese pequeño mal.