Capítulo 70 (+18)

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—Kelly, tienes derecho a guardar silencio —comenzó a recitarle sus derechos.

—¡Ella me traicionó! —gritó la chica.

—Kelly tienes que tener un abogado presente —advirtió Olivia, de lo contrario todo lo que dijera sería invalido como confesión.

—No me interesa. Ella me traicionó. Me quitó al hombre que yo amaba, por eso la maté —dijo Kelly, sin un atisbo de remordimiento.

—¿Mataste a tu madre, brutalmente porque dormía con tu ex novio? —preguntó Elliot una vez que la chica había renunciado a sus derechos.

—Cuando los vi en la cama, teniendo sexo algo se apodero de mí... me volví loca.

—No esperas que creamos eso —contestó ya agotado.

—Te escondiste, esperaste a que Milton se fuera y luego la atacaste. Eso es actuar con premeditación y la fiscal lo tendrá en cuenta, me aseguraré de eso —intervino Liv cruzando sus brazos sobre el pecho, estaba hastiada por la sobreactuación de Kelly.

—Ambos me traicionaron. Yo lo amaba pero por supuesto ella tenía que tener lo que yo adoraba. Típico de mi madre.

—Levántate —dijo Liv con voz dura, ya estaba cansada y seguía su mal humor—. Estas arrestada por el homicidio de Molly...

Mientras le iba recitando sus derechos la conducía a la celda que estaba habilitada un par de metros de su escritorios. Casey tenía que hacer el papeleo para que la transportaran a la prisión y desde ese momento era problema de la fiscalía, ambos detectives ya había hecho su trabajo, incluida la confesión.

—Tenías razón.

Elliot levantó la vista para ver que Liv estaba dirigiéndose a él.

—¿Qué? —preguntó Elliot, estaba sumido en el papeleo del caso por lo que no la había escuchado la primera vez.

—Dije que tenías razón, sobre el caso —repitió—. Me convenció su actuación de hija indefensa y sumida en el dolor pero en realidad no era más que una arpía —se pasó la mano por el cabello—. ¡Dios! Soy tan...

—Liv, cometiste un error de juicio, después de todo eres humana —la interrumpió con una gran sonrisa en su rostro—. Tuviste empatía con ella y sirvió para que confiara en ti. Eso jugó a nuestro favor en el caso. No seas tan dura contigo misma.

—Lo siento —suspiró—. Te he tratado pésimo... Estoy cansada y el embarazo me vuelve de mal humor a veces —se disculpó y Elliot rió.

—Sí, es culpa del embarazo —se burló.

—¿Qué quieres decir con eso Stabler? —arqueó una ceja—. No soy siempre así.

—Por supuesto que no siempre tienes ese mal genio Liv, yo entiendo, son los cambios hormonales y el caso no saco precisamente lo mejor de ti.

—Lo sé, pero no debería haberme desquitado contigo —Elliot se levantó y fue a su escritorio que estaba a un paso de distancia del de él—, pero aún estoy molesta, así que te aconsejo, porque te amo, que no estés muy cerca mío —añadió, la comisura de su boca formó una débil sonrisa.

Olivia se levantó de su asiento para ir al baño, momento que Elliot aprovechó. 

Ella volvió un par de minutos más tarde, él tenía una sonrisa en su rostro por la cara de confusión que tenía Olivia, después de todo él estaba en la mitad de la sala, con ambas chaquetas en el brazo y una gran sonrisa. Liv suspiró, de seguro tenían que volver a salir a terreno, estaba cansada y aún tenía rastros de mal humor. Bajó los hombros con resignación.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now