Renacer - Bensler

Capítulo 97

—El...

Ambos estaban en la cama abrazados.

—¿Sí, cariño?

—El sábado es el cumpleaños de Emily —ella sabía que ese detalle no había pasado desapercibido por él.

—Lo sé cariño —él tenía presente la fecha, por supuesto, pero quería saber que era lo que ella quería hacer, esta iba a ser la primera decisión en conjunto como padres de Emily—. ¿Quieres hacerle un cumpleaños o algo? —sabía que por alguna razón traía el tema, y en realidad estaba feliz, él quería celebrar el cumpleaños a su hija.

—Ella nunca ha tenido un cumpleaños antes... —comentó Liv, sintiendo una pena en su corazón, aunque sabía que la pequeña no iba a tener memoria de sus dos primeros cumpleaños, o la falta de ellos.

—Podemos hacerle uno amor —acarició su cabello.

—Ella no va al jardín...

—Pero tiene algunos amiguitos del parque donde vamos todos los fines de semana. Nuestra hija tiene amiguitos. Liv... nuestra hija tiene mucha gente que la quiere, no va a estar sola en su cumpleaños.

—Dios... está tan grande —murmuró—. Da miedo pensar que en poco tiempo va a entrar al colegio.

—Crecen demasiado rápido... —su mano estaba pozada en su vientre.

—Es bueno que se lleven por poco tiempo, así ambos van a tener una relación cercana o eso espero —sonrió—. No es agradable crecer sola.

Elliot movió la cabeza para verla, sus ojos se habían vuelto de pronto brillosos.

—Amor... —dijo suavemente, para que ella alejara esos pensamiento.

—Lo sé... es cosa del pasado, ahora tengo una familia —trató de borrar su pasado pero para eso tendría que borrar su memoria, lo que era imposible, solo se podía resignar a aceptar su pasado y aprovechar su hermoso presente, con una niña pequeña, un bebé en camino y un novio maravilloso.

—¿Tienes algo en mente? —preguntó Elliot, el tiempo en contra para cualquier celebración.

—Me gustaría adornar con globos rosados y blancos.

—Ella adora el rosado, le va a encantar —dijo, reconociendo que la mayoría de la ropa de la pequeña era en esas tonalidades.

—Y cosas de Dora para el cumpleaños —estaba haciendo notas en su cabeza y compartiéndolas con Elliot.

—Deberías anotar todo eso.

—Tienes razón.

Buscó en su mesita de noche papel y lápiz y comenzó a anotar ideas.

—¿Tienes algo más que agregar? —preguntó. Ella revisó nuevamente la hoja escrita y torció la boca.

—Creo que es todo —contestó, moviéndose del lado de Elliot para dejar la hoja sobre la mesa de noche, a mano en caso de que se le ocurriera algo más.

—Debemos dormir cariño. Mañana tienes cita con el doctor.

Besó la coronilla de su cabeza y la instó a dormir.

—Olivia Benson —llamó la secretaria saliendo al pasillo de la consulta con su historial médico.

—Somos nosotros.

Elliot se puso de pie y gentilmente extendió su brazo para que Liv se apoyara. Ella aún no requería apoyo para levantarse, su vientre era pequeño, pero era un gesto caballeroso de parte de Elliot. Caminaron detrás de la secretaria hasta la puerta de su doctor.