Capítulo 110

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Hace dos días que Olivia había tomado la licencia de maternidad y a pesar de que le había costado una enormidad tomarla sin duda había sido algo bueno. Antes de salir de la oficina había hablado con Cragen y pedido las disculpas correspondientes por su sobre reacción. Don por supuesto fue más que comprensivo con ella, tener una mujer embarazada en la unidad había sido nuevo para él y todos estaban aprendiendo, ahora en casa su mente estaba a kilómetros de lo que estaba pasando en la unidad, su aquí y ahora eran disfrutar de Emily y prepararse para la llegada del nuevo bebé.

Olivia sintió que el teléfono de casa estaba sonando, dentro del hogar llevaba para todos lados con ella el inalámbrico. Presionó el botón de contestar.

—Hola cariño... —ella había recibido la misma llamada los últimos dos días, por supuesto era Elliot—. ¿Qué haces? —preguntó sentado en su escritorio, no lo admitía delante de ella, pero los días sin ella eran difíciles.

—Estoy preparando la pintura —estaba en el cuarto que iba a ser del bebé.

—¿Y Emily? —preguntó al sentir la calma en la habitación.

—Fue a comprar con Cinthya.

—No vas a pintar sola ¿cierto?

—¿Estas ofreciéndote para ayudarme?

—Puedo ayudar cuando llegue a casa —él no tenía problemas en ayudarle, pero le preocupaba que estuviera haciendo demasiado esfuerzo físico preparando la habitación del bebé.

—Voy a avanzar un poco... —hizo una pausa—. Te prometo que no me voy a exigir demasiado y si llego a cansarme voy a tomar una siesta.

—Está bien.

—¿Llegas temprano hoy? —los últimos dos días había estado llegando más tarde de lo habitual.

—Voy a intentarlo —contestó no muy convencido—. Le das un beso a Emily de mi parte —pidió antes de cortar la llamada.

Durante la siguiente hora Olivia había avanzado pintando una de las paredes de la habitación. La cuna estaba desarmada desde que había sido sacada del cuarto de Emily y aún no habían tenido oportunidad de volver a armarla, lo que era bueno para tener más espacio para poder maniobrar. Sin duda últimamente Olivia se agotaba con más facilidad por lo que luego del último toque de pintura decidió ir a su habitación por una pequeña siesta antes de que llegara su hija y la casa se volviera un caos de alegrías y juegos. Se recostó y puso ambas manos en su vientre donde estaba creciendo su hijo, en solo un par de semanas la casa se iba a volver el doble de caos y alegría. Susurró un "te amo hijo" y se quedó profundamente dormida.

Vio el reloj de su mesa de noche, calculó haber dormido cerca de hora y media. Se levantó cuando sintió ruido en la sala de estar, de seguro Cinthia y Emily ya habían llegado.

—Mami...

—Hola princesa... —besó la frente de su hija.

—¿El bebé? —preguntó la pequeña mirando la barriga de Olivia.

—Dame tu mano... —llevó la mano de su hija hasta su vientre donde el bebé estaba pateando—. Aquí está tu hermanito —dijo Olivia sin poder evitar emocionarse ante la mirada de asombro que recibía de Emily cada vez que sentía al bebé.

—Mami vamos a jugar —pidió Emily, la pequeña sin duda estaba emocionada de que mamá estuviera con ella todo el día.

—Claro cariño, dame un minuto.

Acompañó a la puerta a Cinthya, como estaba ella todo el día en casa la mujer estaba solo medio día y se despidió cordialmente para luego cerrar la puerta. Emily ya estaba en la mitad de la sala volteando la caja de sus juguetes. Olivia procuraba todos los días darse algo de tiempo para estar con su hija y rogaba que cuando naciera el bebé pudiera hacer lo mismo, ella se iba a asegurar de no descuidar a su hija. 

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now