Capítulo 42

1K 52 8
                                    

Tomó el móvil de su bolsillo con cuidado y marcó el número de Elliot, él contesto al segundo timbre.

—Liv, bebé ¿Qué pasa?

Ella respiró hondo para tranquilizar su respiración.

—El... creo que me están siguiendo.

—¿Olivia dónde estás? —preguntó alarmado, la voz de su novia claramente estaba alterada por lo que estaba preocupado.

—¡No sé! Comencé a doblar y doblar para despistar al auto pero sigue detrás de mí. No es una coincidencia —contestó con la voz quebrada, al iniciar la marcha pensó por un segundo que era posible que el vehículo hiciera el mismo camino, pero luego de cinco manzanas, definitivamente no era así.

—Está bien. Tienes que calmarte Liv —respiró profundamente, tenía que traspasarle la tranquilidad a ella—. ¿Puedes verle la matricula? —preguntó con lápiz y papel de inmediato en su mano, mientras con la otra tomaba el móvil—. ¿Liv? —preguntó al no tener respuesta del otro lado de la línea.

—No puedo... no puedo verla. El, creo que la tiene tapada —dijo luchando por hablar con Elliot, conducir y mirar a través del espejo retrovisor para ver la patente. En su línea de visión se encontró con Emily, quien afortunadamente no sentía el nerviosismo de su madre.

Olivia vio como el auto se iba acercando demasiado a ella, en un par de metros había un semáforo en verde. Lanzó el celular a otro asiento, sin cuidado de decirle a Elliot que no iba a contestar. Podía escuchar a lo lejos la voz de Elliot llamando por ella pero su prioridad en estos momentos era el camino delante de ella. Sus manos iban aferradas al volante, húmedas de los nervios que sentía. Miró por el retrovisor y giró hacia la izquierda, a pesar de que se sentía que iba arrancando no quería provocar ningún accidente por lo que señaló previamente el viraje, a pesar de que su instinto le decía que era mala idea, pero pensó era lo correcto. Presionó un poco más el acelerador. Luchaba por no asustar a su hija que iba en la parte trasera.

—¿Qué pasa Elliot? —preguntó Cragen al contestar la llamada, el detective ya debería haber estado en la oficina.

—Capitán, es Olivia, me llamó hace unos minutos, cree que la estaban siguiendo —dijo Elliot, estaba camino al escuadrón, si era verdad que ella era seguida el mejor lugar era estar en el departamento de policías, sin lugar a dudas.

—¿Tienes alguna descripción o la matricula? —preguntó alarmado también.

—Nada. Sólo que era un auto de color oscuro pero dejó de hablar conmigo. Voy a intentar nuevamente —respondió, su superior tenía que estar al tanto de lo que estaba sucediendo.

Tenía una mala corazonada. Marcó nuevamente el móvil de Oliva pero ella no contestó.

—Vamos Liv... contesta por favor — repetía una y otra vez mientras corría hacía la estación, un taxi se iba a demorar una eternidad en llegar, necesitaba estar en el precinto lo antes posible.

Olivia observó el asiento del copiloto donde la luz de llamada de su móvil se encendía, pudo identificar el nombre de Elliot como llamada entrante, sabía que si no contestaba se iba a poner aún más ansioso. Había tomado algo de distancia del coche que venía tras ella o eso fue al menos lo que ella creía. Fue a contestar la llamada, logró presionar el botón contestar cuando sintió un fuerte impacto en el lado del automóvil. Su cabeza chocó con el vidrio lateral fuertemente. Se quejó del dolor pero luchó por mantener la conciencia.

El auto dio un par de vueltas. Olivia trató de mantener el control del volante, podía escuchar los gritos que venían de la parte trasera donde su hija estaba en la sillita de auto.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now