Capítulo 94 (+18)

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—Liv... —exclamó Elliot sabiendo exactamente que era lo que iba a hacer.

—Quiero hacerlo mientras pueda... —le guiñó un ojo, mientras lentamente se ponía de rodillas frente a él. Sabía que en un par semanas más era poco probable que pudiera estar en esta misma posición.

Olivia se humedeció nuevamente los labios ante la anticipación. Frente a ella estaba Elliot, grande, duro y grueso, listo para ella, para lo que quisiera hacer con él. Pasó la lengua en la punta sintiendo como Elliot gimió. Su lengua jugueteo con la punta y luego todo el camino hasta la base, llevándoselo a la boca.

—¡Cristo Liv! —exclamó Elliot al sentir sus labios haciendo estragos en su parte intima, le gustaba lo que ella hacía pero él nunca le pedía, por respeto—. ¡Dios! —podía sentir los labios húmedos de Liv alrededor de él, no era necesario que la guiara, sabía exactamente como le gustaba—. Oh... ¡sí! —exclamó sintiendo el placer reunido en su parte baja—. Liv... —gimió. Ella se ayudó con una mano, lo quería sentir explotar en su boca—. Cristo Liv... tan cerca —advirtió y en cosa de segundos se derramó completamente en su boca—. Mierda Liv —se quejó.

Ella se limpió la comisura de los labios y levantó la vista para mirar a Elliot, los ojos azules de pura excitación.

—Eso fue increíble... —aseguró Elliot con las piernas aún inestables por el orgasmo.

—Me alegro —sonrió, también para ella era una experiencia increíble poder expresar su amor sin limites al hombre de su vida. Se rió nuevamente, esta vez un poco mas fuerte que antes—. El... —no había ninguna posibilidad de hacerlo por sí misma—, ¿me puedes ayudar a ponerme de pie? —estiró su mano, sabía que con su propia fuerza no iba a poder ponerse de pie.

Elliot la levantó sin quitar la sonrisa de su rostro y con el mismo impulso que la ayudó a ponerse de pie la tomó en sus brazos, teniendo cuidado en no aplastar su vientre. Besó sus labios, sintiendo su esencia en ella mientras la besaba profundamente, no le importaba estar prácticamente desnudo y ella con toda su ropa, eso iba a cambiar inmediatamente.

La depositó en la cama grande que compartían con cuidado, mirándola a los ojos.

—Eres increíble... —dijo con la voz raspada.

Olivia podía distinguir en su cuerpo su pene semi-erecto, eso era algo bueno, significaba que iba a ver algo de acción para ella y era algo que no ponía en duda, por lo general él era tan considerado con ella que se tomaba todo su tiempo para saciarla completamente.

Elliot quitó la ropa, prenda por prenda, dejando sólo su cuerpo cubierto por su ropa interior. Sus senos estaban hinchados por el embarazos, la curva de su vientre era mucho más notoria sin ropa, si fuera por él, ella estaría así por siempre, desnuda sobre su cama y deseosa de amar. Se acomodó a un lado de Liv, poniéndose en su costado izquierdo. Puso su mano en la mejilla de Liv para besarla, separaron sus labios y él bajo hasta su cuello, besando cada lado del cuello y subiendo a su oído.

—Eres hermosa... —susurró, él cada vez le decía que era la mujer más hermosa del mundo, sobre todo ahora que ella estaba embarazada y su cuerpo estaba generando constantes cambios.

Desabrochó el botón que tenía su sujetador en la parte frontal, exponiendo sus pechos llenos de vida. Su boca de inmediato se fue a su pezón, pasando la lengua por la piel que se había vuelto mas oscura. Ella gimió ante la sensación de la lengua húmeda de Elliot en ella, él estaba lamiendo un pezón y con la otra mano estaba acariciando el otro.

—Dios... —se quejó ella, sintiéndose humedecer entre sus piernas, disfrutando el contacto con su amante.

La mano de Elliot bajó de la curva de su vientre hasta el borde de sus bragas de encaje negro, le encantaba que ella siguiera usando ropa sexy a pesar del embarazo. Su mano se deslizó debajo de la tela negra.

Renacer - BenslerOnde as histórias ganham vida. Descobre agora