Capítulo 128

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—¿Estas segura que esta bien? —preguntó Elliot. Olivia asintió.

—¡Es perfecta! —respondió observando la piscina frente a ella, habían ido ese día sábado a comprarla, como se habían prometido, y aprovechar los últimos días que Elliot iba a estar cien por ciento para ellas.

Él había llamado a Cragen durante la semana para ponerlo al día y decirle que ya estaba disponible para trabajar. Cragen le había dado el resto de la semana libre para disfrutar de Emily.

***

—Nos llevamos esta —le dijo Elliot al vendedor, Emily se había quedado en casa con sus hermanos para ellos poder salir de compras, querían una compra rápida ya que Olivia se cansaba mas últimamente. Se dio vuelta para ver a Olivia apoyada a una pared respirando profundamente—. ¿Liv?

Ella tomó una última bocanada profunda de aire.

—¿Mmmm? —estaba concentrada en la respiración y el dolor, nada más, él había caminado junto al vendedor a la caja para cancelar pero se devolvió para ver a su novia.

—¿Cariño estas bien? —preguntó llegando a ella, haciendo suaves círculos en su espalda.

—Ya paso... estoy bien ahora —sonrió, ella sabía que el bebé se estaba acomodando, lo que era a veces muy incómodo y doloroso, y la tomaba por sorpresa en cualquier lugar, sin previo aviso, como en ese momento.

—Amor, ¿estas segura? —preguntó luego de darle un par de minutos para que se recuperara. Él había ofrecido ir solo pero ella había insistido acompañarlo.

—Sí... estoy bien —respondió con una tímida sonrisa—. Voy a recostarme cuando lleguemos a casa —añadió mientras terminaban de pagar por su compra.

—Vamos a casa —indicó Elliot, tomando la mano de su novia para juntos caminar a la salida.

***

—Guau... —dijo Dickie al ver la piscina lista para ser utilizada—. Es enorme —agregó el pequeño, tenía que serlo ya que eran varios niños los que de seguro iban a estar muy entusiasmados por usarla y ellos tenían que pensar en todo—. Es genial... —estaba ansioso porque su padre le dijera que podían meterse.

—Ya es tarde chicos... mañana vamos a aprovecharla durante todo el día —dijo Elliot sonriendo, el día era aún caluroso pero él quería torturar un poco más a sus hijos, sobre todo a Dickie por el extremo entusiasmo. Emily estaba tomando una siesta junto a Liv pero sabía que una vez que la niña despertara también iba a tener una reacción similar—. Se esta volviendo helado hijo.

—¿Estas bromeando cierto? —preguntó Dickie—. Aún te puedo ver sudar papá —dijo burlándose de él.

Olivia despertó cerca de veinte minutos después, su hija aún estaba profundamente dormida junto a ella, las últimas siestas habían sido iguales, una junto a la otra.

—Ugh... —se quejó de inmediato al sentir al bebé en su interior, se incorporó y apoyó su espalda a la pared, quedando casi sentada. Sus manos fueron hacía su barriga para hacer círculos y calmar el dolor, respiraciones profundas siempre le servían para que el dolor se fuera—. Cariño... —si dejaba dormir más a Emily estaba segura que en la noche no iba a ir a la cama a a hora correspondiente.

—Mmmm —respondió la pequeña sin abrir los ojos.

—Despierta cariño... —dijo Liv sonriendo ante la pereza de su hija—. Papá y yo te tenemos una sorpresa —diciendo estas palabras la niña abrió de una sus hermosos ojitos castaños.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now