Capítulo 125

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—El... ¿Qué piensas? —preguntó Olivia, luego de un silencio. Él había preguntado si tenía ganas de hablar pero el tema no era solo ella.

—Realmente no lo sé... —contestó Elliot. Ella estaba acostada en los muslos de Elliot, se habían quedado en el sofá, tan cansados que incluso la idea de ir a la cama era demasiada para ellos.

Ella tragó duro.

—No... no es justo —dijo ella, tratando de canalizar sus pensamientos—, para ninguno de los dos. Emily es sólo una bebé —hizo una pausa sin quitar la mano en su vientre—, y él... debe nacer a su tiempo, cuando esté listo —no había dejado de llorar desde que habían llegado.

—Lo sé amor, nada de lo que decidamos va a ser justo para ninguno de ellos —acarició su cabello.

—Dime qué crees que deberíamos hacer —dijo Liv, él respiro hondo.

—Realmente no lo sé cariño —si había algo que odiaba era no tener la solución en sus manos. Besó su cabeza—. Cariño, debemos ir a la cama... descansar un poco —si bien estaban cómodo en ese lugar, no podían dormir en el sofá.

—Estoy tan cansada... —susurró.

—Si sé cariño... —se compadeció Elliot, para él era duro, de seguro para ella era mucho peor.

—No... estoy agotada de todo esto. Una cosa tras otra El... quiero poder disfrutar en algún momento —había sido un año y poco más bastante catastrófico para ella, Emily y Elliot.

Ella se sentó, se llevó la mano a la boca y lanzó un sollozo.

—No puedo.... —agregó entre lamentos. Elliot la atrajo más cerca de su cuerpo y la abrazó.

—Shhh Liv... tranquila —besó su cabeza.

—No puedo... no puedo dejar morir a Emily y no puedo permitir que nazca el bebé antes de tiempo El... ¿por qué me hacen pasar por esto? —las lágrimas caían en cascadas a través de sus mejillas.

—Cariño... por favor cálmate —rogó, era obvio que ella estaba afectada y alterada.

—No puedo Elliot... no puedo.

—Hazlo por mi... —rogó casi en su desesperación—. Shhh cariño... —puso sus palmas en las mejillas de Liv—. Mírame cariño...

Ella levantó la vista para verlo.

—Esto... esto es muy difícil y ningún padre debería tener que pasar por esto —él sabía que un bebe de ocho meses era lo suficientemente fuerte para sobrevivir y no tener problemas, pero no era el caso, el bebé era más pequeño que lo que el doctor esperaba y eso podía tener más de alguna complicación por eso la importancia que tenía mantenerlo el mayor tiempo posible dentro de su vientre—. No vamos a tener que elegir entre uno y otro, te lo prometo. Emily va a tener el trasplante de médula. Me voy a encargar de eso —dijo con seguridad—. Aunque tenga que buscar a ese maldito en el fin del mundo —él era detective, podía entrar en la base de datos y encontrar a cualquier persona.

Pasaron un par de minutos y ella se logró tranquilizar.

—El... —susurró.

—¿Si cariño? —preguntó, aun teniéndola entre sus brazos, acariciando su cabello.

—Por un minuto yo pensé... pensé en hacerlo —dijo casi como una confesión, se sentía culpable pero todo había sido debido a su desesperación.

—Lo sé cariño... —él por su puesto no era capaz de culparla, no en esta situación, no con tanto peso sobre sus hombros.

—El... tienes... —hizo una pausa—, este es tu bebe también —puso su mano en la barriga—. Tienes todo el derecho a decirme que estoy loca o algo así.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now