Capítulo 19

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—Escucha Liv... —tomó una respiración profunda.

—Elliot, debo irme. Emily acaba de despertar gritando —dijo con voz apurada, sin nada más cortó la llamada, dejándolo un poco perplejo.

Olivia cortó la llamada y salió lo más rápido posible en dirección a la habitación de Emily, rara vez en la noche la niña despertaba llorando, había tenido que cortar a Elliot.

—¿Qué pasa bebé? —preguntó al llegar a la cuna de la niña, la bebé tenía lágrimas en sus ojos—. ¿Un mal sueño?—sacó a la niña de la cuna y la acurrucó a su pecho, meciéndola para que volviera a dormir.

Cerca de quince minutos más tarde, Emily había caído nuevamente dormida. Olivia se preguntaba qué era lo que Elliot quería preguntarle, para variar su conversación había sido interrumpida. Recostó a Emily en la cuna, previo beso de buenas noches en la frente, la cubrió con su manta y apagó la luz. Salió de la habitación, dejando entreabierta la puerta de la habitación, en caso de que la bebé despertara nuevamente.

Lunes por la mañana, Olivia tenía que ir al hospital para su cita con el médico, tenía cerca de media hora para llegar, estaba pensando que iba a tener que tomar un taxi hasta allí. Emily caminaba pero se cansaba rápido por lo que si iban en metro iban a tener que caminar demasiado y con su pie aún inmovilizado le era complicado, ya había eliminado el uso de las muletas. Ella había decidido no molestar a Elliot con eso, tomó la mochila de Emily, como madre ya experimentada luego de dos años, sabía que siempre debía andar con cosas para la bebé, jugos, galletas, formula, pañales y ropa de cambio.

—Vamos cariño. 

Emily iba a tener que caminar hasta la salida del edificio, donde Liv iba a detener un taxi, ese era el plan original.

—¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendida al ver a Elliot estacionado fuera de la puerta de salida de su edificio.

—Pensé que podías aceptar un aventón al hospital —dijo sonriendo, evitar la palabra ayuda o similar. 

—Eso sería grandioso —sonrió. Elliot abrió la puerta del copiloto para ella.

—Hola cariño —saludó a Emily, quien extendió los brazos para ser elevada del suelo, ella le dio besos mojados a Elliot en el rostro y lo abrazó.

—Ella te extrañaba —le susurró Liv, era consciente del creciente cariño que su hija iba sintiendo por Elliot.

—También la extrañaba —se sinceró—. ¿Estas lista? —preguntó, ya había sentado a Emily en la parte trasera. Olivia no tenía vehículo aún, por lo que Elliot había decidido que la silla de paseo iba a estar en la maleta de su auto en caso de ser requerido, como en ese momento, él siempre estaba preparado.

Elliot iba conduciendo en silencio, y cada cierto par de minutos veía de reojo a Olivia. Ella iba concentrada en el camino hacia adelante o de los lados, pero trató durante todo el viaje de evitar la mirada de Elliot, se sentía nerviosa, aún no podía comprender porque motivo, aún tenía que preguntarle a Elliot que era lo que quería la noche anterior, justo cuando estaba por preguntar sintió que el auto se detuvo.

—¿Qué paso? —preguntó sin fijarse que habían llegado a destino.

—Estamos en el hospital —contestó sonriendo ante su desconcierto, hubiera jurado que Liv iba concentrada en el camino y que se había dado cuenta de que habían llegado.

—Oh, creo que me distraje un poco —dijo ligeramente avergonzada. Miró hacia atrás y como era costumbre su hija iba con sus ojitos cerrados, luego miró a Elliot quien asintió.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now