Capítulo 72

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—Dios... estoy agotada —se dio vueltas en la cama una vez más. Había estado tratando de reaccionar durante más de diez minutos pero su cuerpo simplemente se sentía tan cansando. Gran parte de la noche anterior había estado con Elliot, y ahora todo su cuerpo le reclamaba algo de tranquilidad.

—Liv, nena —Elliot besó su frente, vio su gran lucha para despertar—. Yo sé, estas cansada —agregó con cierta pena por ella, por suerte ya era día sábado y solo debían levantarse porque iban a llegar los niños de él—. Si quieres, puedes quedarte más tiempo en la cama. Voy con Emily a buscar a los chicos —Kathy había sido llamada a última hora para cubrir un turno ese día sábado, por lo que necesariamente él iba a tener que ir a buscar a los niños.

—No, está bien. Me voy a levantar en un minuto —se giró y se cubrió con la manta. Elliot sonrió ante su pobre intento por acompañarlo.

—Liv, voy a tardar poco más de una hora, puedes usar ese tiempo para descansar un poco más, ¿bueno? —insistió, no tenía la intención de arrastrarla todo el camino hasta Queens siendo que él podía hacerlo perfectamente solo. Besó parte de su cabeza que no estaba cubierta—. Voy a pasar a comprar algo para que comamos.

—Puedo hacer el almuerzo cariño —se destapo rápidamente—. Sólo necesito un poco más de descanso. Ayer fue... intenso —añadió con la mejor de las sonrisas, el cansancio posterior a sus horas de hacer el amor eran sin duda compensadas por cada momento vivido.

—Sí cariño, fue intenso y ahora siento algo de remordimiento por eso —confesó al ver las pequeñas marcas bajo sus ojos.

—El... yo quería, cada vez yo quería. Por favor no te sientas mal por eso.

—No me gusta verte cansada, menos si yo soy el responsable.

—Cariño —llegó con su mano hasta la mejilla de él—. El... solo me diste lo que pedí, no te sientas mal por eso, por dejar satisfecha a tu novia —dijo  con una enorme sonrisa—
Además... —puso su mano en su vientre—, este pequeño también me mantiene bastante cansada...

Elliot posicionó su mano sobre la de Liv.

—No puedo esperar por conocer a nuestro bebé —aún tenían poco más de cinco meses por delante.

—El martes, si tenemos suerte vamos a saber si es niña o niño. No has cambiado de opinión, ¿cierto? —preguntó ella, confirmando que Elliot aún quisiera saber el sexo del bebé.

—Por supuesto que quiero saber lo que vamos a tener —respondió con seguridad—. Esperemos que el martes podamos saber amor —besó sus labios—. Ahora descansa un poco más, voy por los niños, vas a necesitar algo de energía —añadió, Emily era un torbellino cuando estaban los niños más grandes.

—Se supone que me tienes que dar animo Stabler —reclamó llevándose la mano a la frente.

—¿Necesitas algo del supermercado? —preguntó listo ya para salir con Emily en sus brazos.

—No cariño, no falta nada pero... hmm ¿podrías pasar por un helado de frutilla?

—Por supuesto cariño —sonrió ante el último antojo de Liv, siempre había que tener algo de helado en la nevera ya que a cualquier hora requería algo, incluso se había encargado de aprovisionar la cocina del precinto—. Nos vemos pronto. Dile adiós a mamá —acercó a Emily a Liv.

—Adiós mamá —besó su mejilla.

—Cariño, pórtate bien con papá.

Casi dos horas más tarde Elliot regresó a la casa con todos los niños. Una vez que abrió la puerta de inmediato el delicioso aroma lo recibió. Liv se había levantado para tenerles el desayuno listo una vez que todos llegaran y desayunar en familia como lo hacían todos los fines de semana.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now