Capítulo 142 (+18)

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Olivia regresó del baño y pudo distinguir en su mesa que Elliot estaba esperando por ella, ya listo para salir. Se defraudó un poco ya que aún era temprano para volver a casa y quería pasar más tiempo con él, ya que desde el nacimiento del bebé, el tiempo era prácticamente de él.

—¿Estas lista? —preguntó cuando ella se acercó a la mesa. Liv asintió—. Vamos...

Elliot le puso el brazo para que ella se afirmara de él y salieron del restaurante, él ya se había encargado de la cuenta.

—¿Avisamos a Maureen que vamos en camino? —preguntó Liv mientras ajustaba el cinturón de seguridad.

—No vamos a casa... aún —contestó Elliot encendiendo el motor del auto, él la miro sonriendo, tenía otros planes para ellos.

—¿No? —preguntó sorprendida, supuso que la cita sólo consideraba la cena, que había estado maravillosa, suficiente para ella.

—No amor... no vamos a casa —dijo poniendo en marcha el auto—. La noche aún es joven amor... tengo otros planes —añadió sin poder quitar la sonrisa de su rostro.

Ella estaba disfrutando de la noche y hasta ahora no había tenido problemas con la sorpresa de Elliot, confiaba plenamente en él.

Luego de casi una hora de camino en auto, Elliot estacionó el vehículo, ella estaba segura que estaba fuera de la ciudad, frente a ella un pequeño bosque.

—El... —miró en la oscuridad frente a ellos—. ¿Dónde estamos?

—¿Confías en mi? —preguntó y ella asintió automáticamente, confiaba en él con su vida—. ¿Puedo ponerte esto? —preguntó levantando un trozo tela negra.

—¿Me estas vendando la vista? —preguntó sorprendida.

—Sólo si me dejas... no voy a obligarte a nada amor —bajó el trozo de tela y lo depositó en sus muslos.

—Confió en ti cariño —llegó a su mano—. Confío en ti...

Elliot tomó nuevamente el pedazo de tela. Liv se acomodó para que él pudiera ponerla en sus ojos y hacer fácilmente el nudo.

—Sólo serán unos minutos... lo prometo —aseguró—. Dame un minuto... —tenía que ayudarla para salir del coche, por lo que se apresuró en bajar de el y llegar hasta el lado del copiloto. Abrió la puerta—. Dame tu mano —le instruyó para que se afirmara en él.

—¿Qué es todo esto? —preguntó Liv mientras caminaban, ella confiando plenamente en las indicaciones de Elliot y en sus instintos para confiar en él.

—Estamos casi ahí... —indicó cuando ya habían dado varios pasos—. Dame un minuto, no te muevas...

La dejó quieta, dio un par de pasos, al tener los ojos vendados, los oídos de Olivia se habían agudizado y ella había identificado el sonido de unas llaves.

—Estoy aquí nuevamente —se paró junto a ella y le tomó la mano para conducirla nuevamente, cruzaron el umbral, se detuvieron un par de pasos más adelante—. Esta bien... —se puso detrás de ella y quitó la venda.

—Dios... es maravilloso —dijo casi sin aliento. Frente a ella estaba una pequeña habitación de madera, amoblada prácticamente toda de la misma materia prima.

Suspiró y respiró profundo, sintiendo el aroma natural.

—Quería que tuviéramos un poco de tiempo para ser sólo nosotros dos... solos —dijo con una tímida sonrisa, él no sabía si Liv estaba de acuerdo con esto pero se la había jugado por hacer algo nuevo.

Renacer - BenslerWhere stories live. Discover now