.•.Minutos antes.•.
En el palacio Yang las cosas parecían estar tranquilas.
Woojin, Changbin y Chaeryeong habían comenzado a pasear por el lugar en espera de los demás. Mientras tanto, Yeji se encontraba con sus hermanos, quienes trataban de convencerla de que todo estaría bien con Jeongin. Por otro lado, Jisung estaba en su habitación, en espera de Ryujin, quien le preparaba un té en la cocina real, diciendo que había una forma especial de prepararlo que su madre le había enseñado para que la bebida le relaje como por arte de magia.
Minho ingresó a esa misma cocina en busca de un vaso con agua, ya que, más le daba flojera buscar a una señorita que lo atienda, que ir a la cocina él mismo. Por esa misma razón tuvo la mala suerte de encontrarla cerca al lugar de donde sacaría un vaso para llenarlo de la bebida refrescante.
Ryujin se encogió en su sitio por la sorpresa, puesto que había pensado que estaba sola y no había sentido su presencia hasta el momento que él se paró a su lado.
Minho la observó querer ocultar un pequeño pomito, que guardaba un polvo misterioso en su interior, en cuanto él se acercó, sin embargo, con resignación ella lo miró y sonrió.
— Es para que pueda relajarse. Es una receta de mi familia. Jisung ahora mismo está-
— No te pregunté. — le interrumpió el mayor con frialdad. La peli rosa adentró sus labios y los mordió con cierto grado de estrés.
Estuvo a punto de irse, pero entonces observó cómo Minho hacía flotar un vaso de vidrio al otro lado de la cocina, para luego llenarlo de agua sujetando también con su poder mental una jarra. Lo llenó, para después acercarlo a él, sujetarlo con su mano, beber el contenido y dirigir nuevamente el vaso vacío con dirección al lavaplatos, lugar donde lo dejó sin más. Miró a Shin, la cual se había quedado estática en su lugar, y no pudo evitar soltar una carcajada burlona.
— ¿Ya tiene control completo de sus poderes? — interrogó sorprendida. — ¿Su debilidad mental ya desapareció?
— Así es. Tú misma lo has visto. — indicó totalmente orgulloso de los frutos de su esfuerzo. — Ahora sólo me falta recuperar mis recuerdos.
Ryujin asintió, comprendiendo el punto, para entonces volver a centrarse en su principal objetivo. Tras un pequeña reverencia se retiró del lugar, llevando la taza sobre un pequeño plato que descansaba sobre una pequeña bandeja. Minho la observó irse, y ante la inmensa curiosidad que incrementó en su pecho, no tuvo más opción que seguirle el paso poco después.
En cuanto llegó al pasillo de las habitaciones, pudo verla ingresar a la habitación de Han Jisung con una sonrisa. Supo que la puerta ya estaba cerrada, pero por alguna razón quiso pasar cerca, por lo que avanzó con pasos veloces, pasó por su lado, dándose cuenta de que tenía razón, así que siguió caminando sin dudar.
Se sentía tan estúpido.
— ¿Qué piensas? ¿Por qué quieres saber si está bien? No seas ridículo, Lee Minho. — se dijo a sí mismo como regaño, deteniendo sus pasos lentamente.
Ya estaba lo suficientemente lejos de la zona de las habitaciones como para hablarse con libertad. Llevó sus manos a su cintura, manteniendo una discusión interna, hasta que se decidió por seguir avanzando.
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S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔
Фанфик«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
