Reino Yang
.•. Nueve meses antes .•.
Al parecer ese día no podría desayunar ni almorzar con su esposo, ya que Jeongin había viajado el día anterior al sur del reino por un asunto de suma importancia, por lo que Yeji tuvo que aprender a disfrutar de su soledad hasta que él llegara.
Atendió sus propios asuntos como reina y se mantuvo ocupada por varias horas, ya que con una mente llena de pensamientos, no habría espacio para recordar lo doloroso que era vivir sabiendo que su hermana había cumplido un año de fallecida desde hace un mes.
Aquel día avanzó tranquilo hasta que el secretario real le informó de una visita inesperada, pero que indicaba que ella la había invitado.
— Se trata de la reina Shin Ryujin, majestad. — le respondió el mayor en cuanto ella pidió los detalles.
Yeji entendió todo con sólo escuchar su nombre.
Shin Ryujin, tras el secuestro de Han Jisung, regresó a su reino y le dijo a su madre que había triunfado con la misión, pero que probablemente no serviría de nada. Tras ello la reina se las arregló para manipular a todo el mundo mentalmente, enseñándole a su hija ciertos trucos, todo con tal de alcanzar su meta, corriendo el riesgo de ser atrapadas y juzgadas por usar sus dones en un planeta que no toleraba la magia. Pese a todo, lo consiguió, su padre seguía siendo el mismo títere de su madre, y por su parte, comenzó su reinado. Sin embargo, no logró sentirse feliz, ni mucho menos plena.
— Admito que me sorprendes. — le habló Yeji de repente. Ryujin volteó a mirarla sorprendida. Había estado tan metida en su cabeza, que no se dió cuenta cuando las puertas de la sala de visitas se abrieron segundos antes. — ¿Cómo has estado?
"Me he sentido como la mierda. No puedo dormir bien desde que le hice eso a Jisung, desde que traicione su confianza y los puse en riesgo. Me duele admitir que no arrepiento de haber apoyado las ideas de mi madre, y es horrible lidiar día a día con la maldita soledad. Te extraño, pero es porque estoy acostumbrada a pensar siempre en tí, cuando en realidad estoy dejando de sentir lo mismo de siempre cuando veo tus ojos. Tengo miedo de no volver a sentir. Tengo miedo de no ser una buena reina, a pesar de tener puesta la corona desde hace un año. Extraño muchísimo a Jisung. Me siento tan sola."
— Estoy bien. ¿Tú cómo te encuentras? — interrogó entonces, olvidando por completo la razón por la que había ido a verla.
— Me preocupa tu actitud apagada. Y no lo tomes mal, pero el hecho de que me visites me hace pensar que no estás bien. Tú desapareciste el día que mi hermana murió . . . El día que Jisung desapareció. Después de haber tenido esa conversación. — murmuró lo último, dándose cuenta poco a poco de algo importante. — Si el rey Han hubiera estado ahí esa vez . . . Tal vez mi hermana no hubiera sido asesinada.
Ryujin bajó la mirada con el ceño levemente fruncido. Sus ojos se volvieron cristalinos, y la voz de Yeji le rompía el corazón.
— Podría estar viva ahora . . . si tan sólo no te lo hubieras llevado. El rey Han detiene el tiempo, ¿no es así? . . . Él pudo salvar a mi hermana-
— Pero todos ellos hubieran muerto. — declaró de repente, dejando sin habla a la menor. — El rey Bang tuvo una visión tiempo atrás, donde todos morían . . . Si Jisung hubiera estado ahí, probablemente Yuna estaría viva, pero todos los reyes habrían muerto, cumpliendo ese destino. Yo destruí su destino tomando esa difícil decisión . . . Así que vine a pedirte perdón, porque no me arrepiento, a pesar de eso.
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S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔
Фанфикшн«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
