.•°•.|CLXXV. Todo estará bien|.•°•.

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— Era envidia . . .

— ¿Qué? — interrogó JiMin desconcertado.

Taehyung supo que el más bajo le estaba mirando, sin embargo, mantuvo su vista fija al frente. Ambos se encontraban parados delante del gran ventanal, por donde se podía ver gran parte del exterior del palacio, pero todo tan pequeño.

— Yo . . . Yo le tenía envidia a Minho . . . Bueno, al rey Lee . . .

— Oh-

— Incluso ahora quisiera ser un poco como él . . . Ambos tenemos padres de caracteres duros, pero es como si no le importara, como si nada le importara, cuando yo vivo día a día estresado . . . y yo no soy el rey. Aún me deja sin palabras su facilidad para faltar el respeto y seguir como si nada. Siempre ha sido él mismo desde pequeños, y yo odiaba envidiar eso. ¿Le gustaba? . . . Lo sentía como una burla, porque incluso él tuvo el valor de demostrar sus sentimientos a tan corta edad, y yo aún no puedo mirarte y decirte . . . — inconscientemente se giró a ver a Park. Se quedó en silencio por su bonito rostro y clara atención.

— ¿Qué quieres decirme? — interrogó el menor algo nervioso por la cercanía.

Tae vaciló un poco antes de musitar:

— Lo siento . . . Te amo . . . Pero no puedo decirlo en voz alta, y tal vez sea mucho pedir . . . sin embargo, ¿puedes estar conforme con eso por lo menos un tiempo?

JiMin asintió sonriente. Quiso abrazarlo, pero tampoco quería incomodar con sus muestras de cariño en un lugar donde podría pasar cualquier persona.

— Yo también te amo. — le susurró tiernamente, sacándole una sonrisa al más alto. — Creo que la idea del matrimonio entre personas del mismo sexo no es tan mala e imposible. En otros reinos se realiza y no afecta en nada. Si tan sólo tú tuvieras la iniciativa de investigar todo lo referente a ello, para así poder ayudar al rey Lee con su objetivo, sería bastante bueno . . . Sería también una forma de decirle a tu padre que el amor está siendo corrompido por las opiniones humanas, y que incluso para amar libremente necesitamos el permiso de una ley. Es como una enfermedad de éste mundo . . . Una que puedes derrotar poco a poco, y que sin darte cuenta terminarás siendo apoyado por incluso más personas que piensen igual que tú . . . Sería un movimiento positivo que signique libertad . . . Yo estaría ahí para tí.

— Sé que lo estarías . . . — afirmó el mayor con seguridad. — No prometo nada, pero realmente quiero eso . . . Ahora que lo dices, me da más confianza. Pero poco a poco . . . Necesito ir a mi ritmo, porque así no me voy a tropezar en el camino.

— Estoy de acuerdo. Sabes que sí. Y estoy seguro de que el rey Lee estará feliz con la idea. — manifestó sonriente. — Ustedes se parecen más de lo que creen . . . Llegarán a ser cercanos, confía en mí.

Taehyung hizo una mueca de desagrado que hizo reír al más bajo. Sin embargo, si debía unir fuerzas con el enemigo, lo haría sin dudar . . . Todo por algún día poder proponerle a JiMin que pase toda su vida a su lado.

— Supongo que nos parecemos en algo . . . Ambos haríamos lo que fuera por la persona que amamos . . . Incluso ir en contra de la opinión pública.

JiMin tomó su mano a escondidas tras mirar alrededor. Tan sólo fueron unos segundos cuando decidieron ir a la habitación de Taehyung, donde podrían pasar tiempo a solas sin temor, donde se ocultarian un tiempo hasta poder por fin salir con valentía de la mano. Mientras tanto, Park lo esperaría todos los días, meses o años que necesitara, porque de todas formas su amor por él no acabaría . . . ni aunque el miedo se apoderara de sus vidas.

 ni aunque el miedo se apoderara de sus vidas

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