«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
Seungmin notó la expresión de Jungkook cuando Hoseok le había susurrado algo en el oído. Era una mezcla de preocupación y miedo, tal vez. La cuestión es que el mayor se había ido, y sintió que Hyunjin y Jeongin también, por lo que supuso que habían ido tras él. Aquello de alguna forma lo aliviaba, pero también le hacía sentir intranquilo. Sólo le quedó confiar en ambos y en sus decisiones.
El protagonista de todo el caos que se estaba formando comenzó a absorver la energía, aún mirando fijamente el rostro de su oponente. Estaba tan decidido a acabar con todo, que no se había detenido a pensar en las consecuencias que traería aquello.
— ¡No me vas a matar, Seungmin! ¡Ni en ese momento lo hiciste, ni ahora lo harás. Es una pérdida de tu tiempo! — manifestó Jungkook, intentando con todo lo que podía sostenerse, con tal de no se arrastrado por la tormenta.
— ¿Qué te hace pensar eso? — cuestionó el menor, ya que no se consideraba una persona predecible.
— ¡Hemos vivido juntos por más de un año! Eres la persona más empática que he conocido en toda mi vida. Conoces la razón por la que hago todo esto. Me conoces también-
— No. Yo no estoy seguro de conocerte. ¡Ya no! . . . ¡Desde el día que utilizaste mi cuerpo y mis poderes, desde ese día ya no te conozco! ¡No te importó hacerle daño a las personas que amo! ¡Te valió mierda mi decisión e hiciste lo que quisiste! . . . ¡Eso no le haces a un amigo! . . . ¡Eso lo hace un monstruo!
La verdad que Jungkook no mencionó fue que él nunca había tenido un amigo, hasta que lo conoció. Había hecho mal su trabajo como amigo, y lo admitía.
— ¡Sé que me equivoqué!
— ¡¡Le quistaste los poderes a Minho!! ¡¡Lastimaste a Woojin y a Felix!! ¡¡Dejaste inconsciente a Jeongin y a Changbin!! ¡¡Usaste a cada uno como quisiste!! . . . ¡Como si fueran muñecos! . . . Actuaste igual a SeokJin. — y tras decir aquello, notó destellos de miedo en la expresión del mayor. ¿Por qué le dolía verlo así? — ¡Te pareces mucho a él! . . . ¡Te pareces a la persona que más odias!
Ni siquiera pasó un segundo después de terminar de hablar, cuando fue atacado brutalmente por una esfera de poder que lo empujó con fuerza y lo dejó sin respiración por varios segundos. Había caído nuevamente de espaldas, pero de una forma más dolorosa.
Oh, mierda, ahora sí estaba molesto.
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El hechizo oscuro que lo golpeó inesperadamente lo dejó inconsciente al instante.
Minho cayó en picada al suelo, ahí donde estaban todos los vidrios y restos de cosas peligrosas, ahí se dirigía sin opción, sin embargo, Woojin activó su poder con una rapidez que nunca había tenido antes, haciendo que tallos de plantas del jardín más cercano del exterior ingresen por donde anteriormente habían estado las ventanas, y al igual que culebras, se deslicen, uniéndose entre sí, formando una especie de nido que lo salvó de otras posibles lesiones más graves.
