.•°•.|CLXIV. El pasado|.•°•.

913 159 246
                                        

Tras su desaparición, Jisung supo que era momento de dejar correr al tiempo, pese al miedo que todos sentían de lo que podría ocurrir.

Se alejaron lo suficiente y entonces esperaron que la magia que había dejado salir Seungmin antes de que todo se detuviera terminara por golpear al viejo árbol, lo cual pasó, deslumbrando a los demás por tal espectáculo. El dueño de esa energía también se vió sorprendido por lo ocurrido, entrando en cuenta de lo imprudente que había actuado, habiendo puesto en riesgo a todos.

De repente, cuando Chan se iba a acercar al menor, apareció en el lugar Jeongin junto con el cuerpo de Yuna tendido en el césped. Jisung quedó paralizado ante ello y no pudo evitar abrazar a Minho rápidamente para dejar de ver tan lastimosa escena.

— ¿A quién vamos a revivir? — cuestionó sin más Yang, dejando en silencio al resto. — ¿Instructores? — interrogó con sorpresa al ver a Namjoon y Jackson cerca al borde del acantilado. — ¿De qué me perdí?

— Jeonginnie. — habló de pronto Jisung en cuanto Minho había calmado su corazón. El menor de los reyes fue rápidamente a abrazar al rubio y sonrió inexorablemente por lo feliz que se sentía de que él estuviera bien.

— Volviste en una sola pieza. — murmuró cerca a su oído. El mayor asintió apenas sin poder permitirse sentirse bien con todo lo que estaba pasando, pero aún así correspondiendo a su muestra de cariño.

— ¿Dónde está Hyunjin? — preguntó realmente preocupado, sin esperar que el peli negro rompería el abrazo y miraría a su líder con una expresión apagada. — ¿Qué pasa? . . . ¿Seungmin? ¿Dónde está Hyunjin?

— Debemos . . . Debemos elegir entre él y Yuna . . . — murmuró Chan repentinamente. Jisung frunció el ceño desconcertado, miró de inmediato a su novio, pero éste bajó la mirada entristecido. — Hyunjin y Yuna . . . — mencionó el líder con un nudo en la garganta. — Ambos están muertos.

— ¿Qué?

— Sólo podemos revivir a uno de ellos . . . — anunció Bang, resistiendo sus enormes ganas de llorar, porque debía mantenerse fuerte por ellos y para ellos.

— ¿Dónde está JungKook? — cuestionó Jeongin aún sin estar al tanto de todo lo que había pasado.

— El rey de hechiceros se lo llevó. Nuestro ex instructor Jackson se ofreció a dar su vida por quien vayamos a revivir ésta noche. — respondió el mayor con rapidez.

— ¿Cómo podemos permitir eso? . . . ¿¡Cómo podemos hacer eso!? — exclamó exaltado el menor. — ¿¡Cómo mierda llegamos a éste punto!? . . . ¿¡Por qué!?

— Es eso o resignarnos a dos muertes, y lo sabes. — refutó Chan un poco alterado. — Si tenemos ésta oportunidad, hay que tomarla. Además . . . No sólo JungKook es un asesino, sino que él también. ¿Cuál es la diferencia?

Jeongin bajó la cabeza afligido, alejándose del líder resignado ante la idea.

De alguna forma entendía su punto, al igual que los demás, y aún le destrozaba la idea de pensar en cómo reaccionaría Yeji con todo lo que estaba pasando. Haga lo que haga, debería enterrar a uno de sus hermanos sin otra opción.

— Seungmin . . . ¿Qué es lo que quieres tú? — le preguntó Chan al menor, el cual aún se encontraba encerrado en su cabeza, con sus propios pensamientos. — Seungmin-

— Primero vamos a invocar el libro, por favor. — pidió con decisión, a lo que los demás estuvieron de acuerdo.

Chaeryeong los ayudó a acomodarse en un orden específico, formando una media luna alrededor del viejo árbol, el cual aún se mantenía ardiendo como una antorcha con llamas blancas que iluminaban su noche.

S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔 Où les histoires vivent. Découvrez maintenant