S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔

.•°•.|CXXVII. Realidad|.•°•.

Escuela real (2014)

Varios monarcas estaban de acuerdo en algo: la educación era los más importante. Y por eso la idea de construir una escuela en donde enseñarían los mejores maestros de cada reino vecino, sonaba como un buen proyecto en donde los jóvenes herederos podrían desarrollarse entre otras personas de su clase social.

En aquella escuela asistieron los hermanos mayores Hwang, y también la princesa del reino Shin, al igual que otros más hijos e hijas de personas importantes e influyentes de distintos lugares.

Al principio llegó a ser emocionante conocer a nuevas personas que no vivían una vida muy distinta a las suyas, porque después de todo, siempre mantenían la etiqueta frente a los mayores, pero cuando estaban solos, solían dejarse llevar por sus propios deseos de ser libres.

Hwang Yeji observaba a su hermano con un grupo de chicos, y como siempre él era el centro de atención. Más allá estaba Lia, quien conversaba con dos muchachas de porte elegante como ella. No tenías que ser muy observador para saber que esa niña de trece años era una princesa.

Yeji, mientras se mantenía sentada en esas escaleras en medio del tiempo de descanso general, supo que debía hacer amigos rápido, antes de ser la única Hwang asocial de su familia, porque estaba segura de que, si Yuna estuviera ahí, ya hubiera hecho, incluso, más amigos que Hyunjin.

De repente le dió el arranque de subir al segundo piso por las escaleras en donde había estado sentada todo ese tiempo, por lo que llegó al techo del edificio mientras su cabeza se sumía en sus pensamientos con cada escalón que había tomado. Miró al frente, notando al instante que no estaba sola, porque ahí había una chica de cabello negro, como el de ella, pero era corto. Estaba mirando hacia abajo, tocando el borde del techo con sus rodillas, que era hasta donde llegaba el bajo muro. Un mal movimiento y podía tropezar, cayendo varios metros, hasta encontrar su muerte segura.

Por un momento Yeji pensó que tal vez eso es lo que ella estaba buscando.

— ¿Hola? . . . ¿Te encuentras bien? — le preguntó cuidadosamente, observando cómo la muchacha daba un respingo por la impresión, y comenzaba a girar su cuerpo con dirección a ella.

Era totalmente hermosa.

— Disculpa . . . Yo . . . Yo no sabía-

— ¿Eres hermana de la princesa Hwang Lia? — cuestionó la chica de cabello corto. Yeji quedó desconcertada, y después de unos segundos asintió.

— ¿Eres amiga de mi hermana?

— No lo sé. Pero ella es amable conmigo. — admitió en voz baja, y sin mirarla a los ojos.

Yeji comenzó a acercarse furtivamente a ella.

— Me alegra oír que Lia es ese tipo de persona. Ella normalmente no . . . no es la más agradable al principio. — manifestó la menor algo incómoda. — ¿Cuál es tu nombre? — pero la de cabello corto no contestó. — Yo soy Hwang Yeji. — dijo, llegando por fin a su lado. Ambas miraron al frente por esos segundos, hasta que Hwang se atrevió a mirarla. — ¿Qué hacías aquí sola? — nuevamente no hubo respuesta. De repente Yeji notó algo extraño. El corte de su cabello era tan irregular, como si ella misma se lo hubiera hecho. — ¿Por qué te cortaste el cabello?

Y entonces la contraria volteó a verla de golpe. Sus miradas se encontraron repentinamente, y el corazón de Yeji comenzó a latir con rapidez. Los ojos de la desconocida estaban rojos, como si hubiera llorado durante horas. Su nariz parecía estar muriendo de frío, y ella temblaba. Temblaba y no sólo de frío.