Jisung no sólo había visto sus recuerdos dolorosos, sino que había sido testigo de toda la vida de la bruja.
El planeta de hechiceros era falso, y guardaba muchos misterios dentro del palacio y la alta alcurnia. Todo había sido olvidado, y las nuevas generaciones creían que lo que había pasado muchos años atrás eran tan sólo leyendas, de las cuales no se podía afirmar ni negar nada.
Pudo notar el dolor en su mirada sin esfuerzo. Lo que había pasado y en lo que se había resignado. Todo había sido injusto para ella, pero aún así lo aceptó y siguió viviendo hasta ese momento.
— El poder estrella se expandió por toda la isla, centrándose especialmente en el subsuelo. Mientras el libro mágico fue oculto en algún lugar de ahí por el rey Park, quien creó un hechizo eterno, el cual consistía en la invocación de mi libro. Y al ser él tan poderoso, pudo hechizar a su único hijo sin hacerle daño. Desde ese entonces la información de la ubicación del preciado volúmen sólo pasa de generación en generación entre los Park. Fue así hasta que Jinyoung destruyó el destino de JungKook, quitándole su herencia, y entregándole aquel poder a su ex maestro Wonpil. Y bueno, ya conoces el resto de la historia. — terminó por decir, alejándose de él y dándole espacio para respirar y pensar con tranquilidad.
Han aún no captaba la información correctamente. Y es que sí podía entender que había algo más allá de lo que Chan y Seungmin alguna vez contaron, pero . . .
— ¿Estás bien? — le preguntó suavemente la peli rosa, quien se había acercado en cuanto la bruja se encaminó hacia la salida, a dónde siempre iba cuando estaba sola, para mirar la luna, y siendo consciente de que no podía avanzar más allá. — Sé que puede ser confuso, pero ahora sabes que para las mujeres de mi familia todo siempre ha sido un desastre total y-
— ¿Quién eres? — cuestionó Jisung con seriedad, mirándola fijamente.
Ryujin bajó la mirada unos segundos, pero luego sonrió y fijo su vista otra vez en sus ojos.
— Hace un tiempo me preguntaste lo mismo, ¿no es así? — él sabía a qué momento se refería, y aún no podía creer que lo había estado engañando todo ese tiempo. — Mi respuesta no ha cambiado. Soy Shin Ryujin . . . Soy tu mejor amiga, tu ex prometida, la ex heredera al trono Han, y la futura reina Shin . . . Pero además, también soy descendiente de la bruja de fuego, Rosé.
— ¿Eres mitad bruja? — interrogó el rubio aún con incredulidad.
— No exactamente. No soy tan poderosa como tú, o como algún otro hechicero, pero sí puedo hacer ciertas cosas mágicas. — aclaró, mientras se mantenía parada frente a él. — Por ejemplo, la bruja Rosé me dijo que activé sin querer tu nuevo don. Y también, gracias a mí aprendiste a detener el tiempo y poder dejar que ciertas personas puedan moverse al igual que tú. Estoy segura de que en ese entonces pensaste que todo era una coincidencia, pero el poder con el que nací fue despertando gracias a ti.
— ¿Desde cuándo lo sabes? . . . ¿Has estado engañandome todo éste tiempo? Yo-
— Jisunggie. — lo llamó y se colocó de cuclillas frente a él. — Lo supe desde que me anunciaron nuestro compromiso. Principalmente querían que me acercara al rey Hwang por el rey Seung, pero luego fuiste tú la mejor opción, así te veían, pero yo no quería embarrar a nadie en ésto . . . Te engañé, sí, y utilicé la confianza que me tenías para traerte aquí, pero . . . te amo. Eres mi mejor amigo, y nunca dejaría que te hagan daño.
El menor sintió cómo una lágrima suya se resbalaba por su mejilla, pero la peli rosa la secó de inmediato y le sonrió con cariño.
— Todo éste tiempo mi madre estuvo a cargo, ¿sabes? — comentó de repente, sin esa tensión con la que habían estado hablando. — Mi padre aparentaba una imagen imponente, pero todo era un teatro. El rey era sólo un títere de la reina, y él ni enterado. Mi mamá me dijo que éramos descendientes de brujas, y que por eso podía manipular la mente de mi papá, pero yo no quería hacer eso contigo, y por eso me negué demasiado al principio, hasta que tú rompiste el compromiso y volvimos al reino Shin. Ahí me dijo que las mujeres debían gobernar para que el mundo sea mejor. Y aunque a veces vemos ridículos ciertos discursos de los adultos, ella me hizo entender que podía lograrlo si hacía lo que me decía, porque ella no era lo suficientemente poderosa como para convencer a todo el mundo de que yo era suficiente para reinar, y por eso necesitábamos ayuda externa. Luego vino la propuesta de éste planeta, y así fue como fui a buscarte al reino Seung, porque eres más poderoso de lo que crees, Jisung, y ellos lo saben.
YOU ARE READING
S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔
Fanfiction«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
