Todos miraron a la castaña, quien se encontraba pálida de los nervios y el miedo. Aunque claro, ¿quién no tendría miedo después de enterarse que tres hechiceros maliciosos con monstruos mecánicos la estaban persiguiendo? . . . Además, no sería la primera vez que lo intentaban. Por mera inercia sus ojos buscaron los de Seungmin, quien en ese momento tocó su hombro con la intensión de rejalar su expresión preocupada.
— Estarás bien. No te pasará nada, porque yo estaré a tu lado todo el tiempo. — le murmuró con confianza.
— Yo también iré con ustedes. — anunció Hyunjin rápidamente, siendo ahora el centro de atención. — Ya saben. Seungminnie y yo somos más poderosos juntos. — se explicó con obviedad.
— Iré también. — manifestó de repente Woojin en medio del silencio. — Aunque claro, si ustedes aceptan.
— Está bien por mí. — dijo Chae con una sutil sonrisa. Una sonrisa que no pasó desapercibida por ninguno, ni mucho menos por el líder.
Fue así como empezaron a ponerse de acuerdo de la manera más rápida posible. Hasta que las grandes puertas comenzaron a ser golpeadas (por todos saben quienes). Por lo tanto, y en medio de su desesperación, Hyunjin tomó por los hombros a Jeongin, clavó su mirada en la suya, y con voz clara y firme le dijo:
— Promete que vas a cuidar a mis hermanas, Yang Jeongin. Por favor, cuidalas muy, pero muy bien, ¿de acuerdo?
— No te preocupes. — fue lo único que se le ocurrió responder.
A decir verdad, Seungmin entendía su comportamiento, ya que también tenía un hermanito que adoraba con su vida. Por lo tanto, esperó a su novio unos segundos, para después irse junto con él, Woojin y Chaeryeong por una puerta que había al otro lado; sólo que ésta era de un tamaño normal.
Mientras ellos se iban, Jeongin se tomó el tiempo de explicarles a las hermanas Hwang todo lo que harían apenas salieran por la única salida que tenían.
— Saben que cada grupo va a tener que llegar por un camino diferente a la biblioteca de éste castillo, ¿no es así? Yo necesito que se mantengan cerca a mí, y si es posible, que se tomen de la mano mientras caminamos. Recuerden que deben gritar o hacer cualquier otro ruido para que yo active la barrera, así que, mantenganse cerca a mí, ¿de acuerdo? — farfulló, pero aún así, Yeji, Yuna y Lia asintieron sin problema.
Fue así como el segundo grupo se fue, quedando en la sala tan sólo Chan, Changbin, Felix, Minho y Han. El tercer equipo era el que iba a enfrentar a esos monstruos con valentía.
— Moriré. — sentenció Jisung con convicción. — Oh, cuánto llorarán mis padres.
— No seas tonto, ¿no ves que estoy a tu lado? — cuestionó Minho casi ofendido. Tomó la mano de su novio, y tras proporcionarle un apretón, agregó — Te protegeré como cuando caímos del segundo piso de esa biblioteca o como cuando caímos de ese acantilado. Estoy aquí, Hannie. Siempre estaré aquí.
Jisung sólo asintió con una sutil sonrisa de labios algo tímida.
Chan, quien estaba al lado derecho de Minho, había escuchado el momento romántico e íntimo que había tenido la pareja, por lo que decidió mirar al otro lado, encontrándose con Félix, quien había sujetado la mano de Changbin, mientras ambos se miraban con un amor rebalsante.
Tenía una pareja a cada lado, y cuando estuvo a punto de sentir el golpe de la soledad, sintió cómo sus manos eran tomadas con cariño. Minho había sujetado su mano izquierda, y Félix hacía lo mismo con su derecha. Chan miró a cada uno de soslayo, sin poder evitar sonreír. Claro que no estaba solo. Desde un principio, desde su nacimiento, nunca estuvo solo, porque había estado destinado a conocerlos.
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S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔
Fanfiction«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
