«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
Se presentó frente al consejo real tal y como JiWon le había dicho que haga.
Desde que ella lo había besado, no habían vuelto a hablar. Al parecer descubrir el secreto de que el chico que le gustaba estaba interesado en otro chico, y encima era del reino Lix, no era algo fácil de asimilar de la noche a la mañana.
Changbin salió de aquella reunión que duró horas, con la seguridad de que aún tenía su puesto asegurado, ya que la familia Choi se presentó sin los argumentos fuertes que Seo había esperado, así que todo parecía indicar que estaría bien, pese a que había estado algo distraído pensando en su discusión con Felix.
"Siempre quiso que yo sea un gran rey, pero ahora dice que no debe ser más importante que lo demás. En realidad eso lo decido yo." Pensó mientras caminaba por el pasillo que lo llevaría a su habitación, donde buscaba un merecido descanso.
Pero entonces, frente a él apareció alguien inesperado. SooBin, el amigo eterno de Choi Yeonjun lo miraba mientras caminaba hacia él con duda. Changbin se detuvo y esperó a que él dijera lo que tenía que decir.
Soobin le presentó una reverencia, y tras soltar un suspiro que indicaba que aún no estaba seguro de hablar, lo miró fijamente.
— Usted no ha aceptado casarse con Jiwon, ¿verdad? — interrogó, dejando al mayor realmente confundido.
— ¿Por qué te interesa eso? — cuestionó el rey aún desconcertado. — Habla, SooBin.
— Majestad . . . Mi mayor principio es ser leal . . . Pero . . . viendo las circunstancias, siento que tengo la obligación de interceder de alguna forma por un bien común. — manifestó con nerviosismo, mientras jugaba con sus dedos.
— ¿A qué te refieres?
— Sólo le puedo decir que no acepte casarse con ella por nada del mundo. — murmuró, haciendo sonar aquello como una advertencia.
— ¿Qué?
— Ella no es quien dice ser, estoy seguro de eso. La familia Choi es peligrosa y muy manipuladora, majestad. Tenga mucho cuidado por el bien del reino. — dijo por último. Realizó una reverencia y se fue rápidamente del lugar, sin querer responder ninguna duda del peli gris.
Y aunque Changbin quedó más confundido que advertido, decidió buscar respuestas directas, porque sería la fuente más confiable.
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Vio cómo esas frívolas plantas lo separaban de su novio sin respeto alguno.
Han miró con temor e indignación el arbusto que se alzaba frente a él de forma imponente. Ryujin se mantuvo quieta sin mover un sólo músculo por el shock que la había atacado.
— Eso fue . . . en realidad fue terrorífico. No sé cómo puedes estar acostumbrado a éste estilo de vida. — comentó entonces tras salir de su trance.
