.•°|XXIX. Especial|°•.

1.1K 232 138
                                        

Sus movimientos eran sigilosos. Su respiración intentaba ser lo menos bulliciosa, cosa que era imposible, pero que estaba decidido a lograr. Y todo era por el sólo objetivo de no ser descubierto en el edificio habitado sólo por mujeres.

"Vaya, sería tan incómodo, y sobre todo porque no estoy interesado en ellas."

De repente, cuando todo parecía pintar que Yuna había conseguido su parte, Hyunjin salió de su escondite e ingresó lo más veloz posible al salón principal, cerrando la puerta corrediza apenas estuvo dentro. Giró sobre si y ni tiempo para estudiar el lugar tuvo cuando logró ver a su hermana, vestida con un hanbok de tonalidades frías y el cabello recogido en un perfecto peinado de princesa, imagen que le hizo recordar a los mejores años de su madre, cuando ambos eran unos niños y admiraban la vestimenta elegante que llevaba su progenitora en eventos costumbristas e importantes. Y en esa ocasión, su hermana menor se preparaba para casarse con su ex novio; definitivamente la vida era una mierda.

— Yeji . . . — soltó como un suspiro el peli negro, aguantando sus inmensas ganas de llorar, pero no reprimiendo su deseo de abrazarla y aspirar su aroma a flores.

— Hyunjin, ¿qué haces aquí? — interrogó la menor, aún aturdida.

— Oye, ¿no estás feliz de verme? — cuestionó casi ofendido, a lo que la menor negó con una pequeña sonrisa de labios.

— No es eso, Jinnie. — indicó mientras llevaba una de sus manos a su nuca, acariciando su cabello en esa zona.

— Dejaste crecer tu cabello. — comentó con naturalidad la peli negro. — Te queda increíble.

— ¿Verdad que sí? — interrogó el mayor sonriente.

Yeji soltó una risita, para luego bajar su mano e invitarlo a sentarse junto con ella.

— ¿Cómo lograste entrar? — preguntó la menor interesada. — Estoy segura de que Yuna tiene algo que ver en todo esto.

— ¿Qué? . . . Bueno, sí. — respondió ante su mirada, la típica que ponía cuando quería decir: ¿En serio? ¿Me vas a mentir a mí?

— Nuestros padres no saben que estás aquí, ¿verdad? — más que una pregunta, parecía una afirmación, sin embargo, el mayor asintió. — Ya decía yo; se me hizo muy raro que Madame Hwang Gyu se retire por un inconveniente, así de repente; desde que comencé, nunca ha pasado eso.

Hubo un silencio de unos segundos que dejaron desconcertada a la menor, quien miró extrañada a su hermano.

— ¿Te pasa algo? — le preguntó preocupada, y Hyunjin la miró molesto.

— Dime qué no pasa. — sonó como un reclamo. — Porque en realidad a mí me ha pasado de todo en un maldito día.

— Jinnie . . .

— Yuna está con Madame Hwang, así que tenemos tiempo para hablar, pero quiero saber si estarás dispuesta a responder todas mis preguntas de forma sincera. — manifestó el mayor con seriedad repentina y Yeji asintió.

— Yo no te puedo mentir, hermano.

El mayor fruncio los labios mientras intentaba no dejar caer ni una lágrima; temía de la respuesta después de formular su primera pregunta.

— Jisu . . . Lia dice que . . . — se corrigió inmediatamente, suspiró y continuó — . . . Que tú pediste irte antes de que yo llegara, ¿es verdad?

La menor lo miró con lástima, pero aún así asintió.

— ¿Por qué? — cuestionó Hyunjin con la voz rota. — No entiendo.

S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔 Where stories live. Discover now