Sus movimientos eran sigilosos. Su respiración intentaba ser lo menos bulliciosa, cosa que era imposible, pero que estaba decidido a lograr. Y todo era por el sólo objetivo de no ser descubierto en el edificio habitado sólo por mujeres.
"Vaya, sería tan incómodo, y sobre todo porque no estoy interesado en ellas."
De repente, cuando todo parecía pintar que Yuna había conseguido su parte, Hyunjin salió de su escondite e ingresó lo más veloz posible al salón principal, cerrando la puerta corrediza apenas estuvo dentro. Giró sobre si y ni tiempo para estudiar el lugar tuvo cuando logró ver a su hermana, vestida con un hanbok de tonalidades frías y el cabello recogido en un perfecto peinado de princesa, imagen que le hizo recordar a los mejores años de su madre, cuando ambos eran unos niños y admiraban la vestimenta elegante que llevaba su progenitora en eventos costumbristas e importantes. Y en esa ocasión, su hermana menor se preparaba para casarse con su ex novio; definitivamente la vida era una mierda.
— Yeji . . . — soltó como un suspiro el peli negro, aguantando sus inmensas ganas de llorar, pero no reprimiendo su deseo de abrazarla y aspirar su aroma a flores.
— Hyunjin, ¿qué haces aquí? — interrogó la menor, aún aturdida.
— Oye, ¿no estás feliz de verme? — cuestionó casi ofendido, a lo que la menor negó con una pequeña sonrisa de labios.
— No es eso, Jinnie. — indicó mientras llevaba una de sus manos a su nuca, acariciando su cabello en esa zona.
— Dejaste crecer tu cabello. — comentó con naturalidad la peli negro. — Te queda increíble.
— ¿Verdad que sí? — interrogó el mayor sonriente.
Yeji soltó una risita, para luego bajar su mano e invitarlo a sentarse junto con ella.
— ¿Cómo lograste entrar? — preguntó la menor interesada. — Estoy segura de que Yuna tiene algo que ver en todo esto.
— ¿Qué? . . . Bueno, sí. — respondió ante su mirada, la típica que ponía cuando quería decir: ¿En serio? ¿Me vas a mentir a mí?
— Nuestros padres no saben que estás aquí, ¿verdad? — más que una pregunta, parecía una afirmación, sin embargo, el mayor asintió. — Ya decía yo; se me hizo muy raro que Madame Hwang Gyu se retire por un inconveniente, así de repente; desde que comencé, nunca ha pasado eso.
Hubo un silencio de unos segundos que dejaron desconcertada a la menor, quien miró extrañada a su hermano.
— ¿Te pasa algo? — le preguntó preocupada, y Hyunjin la miró molesto.
— Dime qué no pasa. — sonó como un reclamo. — Porque en realidad a mí me ha pasado de todo en un maldito día.
— Jinnie . . .
— Yuna está con Madame Hwang, así que tenemos tiempo para hablar, pero quiero saber si estarás dispuesta a responder todas mis preguntas de forma sincera. — manifestó el mayor con seriedad repentina y Yeji asintió.
— Yo no te puedo mentir, hermano.
El mayor fruncio los labios mientras intentaba no dejar caer ni una lágrima; temía de la respuesta después de formular su primera pregunta.
— Jisu . . . Lia dice que . . . — se corrigió inmediatamente, suspiró y continuó — . . . Que tú pediste irte antes de que yo llegara, ¿es verdad?
La menor lo miró con lástima, pero aún así asintió.
— ¿Por qué? — cuestionó Hyunjin con la voz rota. — No entiendo.
YOU ARE READING
S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔
Fanfiction«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
