.•°•.|CLXXI. Oculto|.•°•.

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Las despedidas siempre eran difíciles, incluso cuando sabes que te volverás a ver con ésa persona, con tan sólo saber que te debes despedir ya la estás extrañando.

«— ¿Por qué nuestros reinos se tienen tanto odio? . . . ¿Alguna vez tus padres te han contado el porqué? — le había preguntado el pelirrojo la última noche que durmieron en la misma cama.

— He escuchado algo al respecto, pero no estoy muy seguro. ¿Tú qué sabes, cariño?

— Bueno . . . Mi madre una vez me contó que, tiempo atrás, todo comenzó con una princesa Seo que inició un incendio dentro del palacio de mi reino. Justo ése día habían ido de visita a mi castillo para ofrecer una alianza, pero el fuego se propagó dentro de un edificio, en donde se encontraban las habitaciones residenciales, por lo que al ser de noche, muchos salieron afectados . . . Hasta el príncipe Lix quedó inconsciente al no percatarse del humo, por lo que la princesa Seo hizo todo lo posible por rescatarlo, sin embargo . . . Ambos murieron asfixiados. Y desde entonces culparon a tu reino por lo sucedido, cancelando todo tipo de alianza y originando una guerra, ésa que pasó muchos años atrás. Desde entonces todo se fue a la mierda.

— Bueno, yo tengo una versión un poco diferente, en la que la princesa Seo y el príncipe Lix estaban en su habitación, porque eran amigos y se quedaron conversando hasta altas horas de la noche, y el príncipe había robado un encendedor de la cocina, uno que cayó en la alfombra, la cual propagó el fuego con velocidad, haciendo imposible apagarlo. Ambos murieron asfixiados, porque tuvieron miedo de salir de la misma habitación y que sus padres los vieran. Porque desde ése entonces y hasta ahora les tenemos miedo. Y el miedo al qué dirán acabó con sus vidas, pero claro que mi reino culpa al tuyo sin rastro de duda. — contó rápidamente, pero con voz suave y baja. Félix suspiró.

— ¿Qué podemos hacer para acabar con todo ése odio cuando tenemos dos versiones distintas? — interrogó el pelirrojo pensativo.

Changbin aspiró y expiró manteniendo los labios fruncidos. Tras ello dijo:

— Antes de siquiera pensar en una alianza, hay que hallar la verdad. No lo han hecho nuestros padres ni abuelos porque confiaron ciegamente en nuestros antepasados, pero hay que hacer un cambio los dos. — tomó la mano de su novio y depositó un casto beso sobre ella. Lix sonrió ruborizado. — Vamos a descubrir la verdad y mostrárselo al mundo. Conseguiremos después de tantos años la paz y una alianza eterna.

El menor asintió con decisión, para después acurrucarse entre sus brazos. Por lo menos quería estar ahí un par de minutos, o todo lo que podría soportar. Deseaba permanecer cerca a él por siempre, sea en ése mundo u otro, quería estar a su lado para toda la eternidad.»

Changbin supo que pronto su agenda estaría llena, y que sólo le dejarían lo que restaba del día para descansar, por lo que aprovechó ése tiempo para ir a la biblioteca.

Tomaba libros, los revisaba, y si sentía que servirían de algo los llevaba consigo, o si no, entonces los volvía a colocar en su lugar. Estuvo así durante dos horas, hasta que de repente unas voces conocidas al otro lado del estante que tenía al frente comenzaron a hablar. Él los reconocía como Yeonjun, Soobin y Jiwon.

— Mi madre dice que es una gran oportunidad para demostrar mi potencial, pero aún así soy consciente de que jamás llegaré a ser rey. — comentó Choi con frustración.

— De cualquier forma me alegra que tengas un buen cargo, pese a tu edad y tu inexperiencia, no cualquiera logra ser líder de un proyecto tan grande como lo es el del sector C. Sé que lograrás hacer un gran cambio. — le dijo su hermana menor.

— Además, yo estaré contigo. ¿Le comentaste a Jiwon que fui elegido como sub-líder? — habló de repente Soobin con orgullo.

— Wow, ahora no sólo será un mocoso a cargo, sino dos. — bromeó la rubia, pero los otros dos se quejaron.

S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔 Where stories live. Discover now