.•°•.|CLXX. Juicio|.•°•.

845 152 106
                                        

— ¡¡Estoy maldita!!

Minho paró en seco su caminata y se mantuvo ahí parado tras escuchar a su madre gritar aquello. Y aunque él no entendía a qué se refería exactamente, no quiso preguntar, y sólo se dispuso a esperar a que ella se explicara como era debido.

— Tenía miedo de hacerte daño. — comenzó a decir su madre con un tono de voz inestable. — Tenía terror de que salgas lastimado si te acercabas a mí. He vivido con temor desde que tengo memoria, porque . . . puedo hacer cosas que la gente normal no. Y cuando tuve que embarazarme me negué al principio, pero tu padre me dijo que todo saldría bien y que él se encargaría de todo lo que fuese necesario por tu seguridad. Era algo que teníamos que hacer, porque el mundo lo veía como regalos celestiales del planeta mágico; el mundo nos veía como uno de los reinos más afortunados de la historia. Por eso te tuve y te amé desde que supe que estabas dentro de mí . . . Nunca te odié, mi niño. Todo lo contrario, yo no quería que te veas involucrado conmigo. Desciendo de una familia que jamás fue parte de la nobleza por herencia, así que no sé casi nada de mí. No sé por qué soy así. Y odié que fueras obligado a recibir poderes cuando no los necesitabas. Eras tan sólo un bebé, y si pudiera retroceder en el tiempo, lo hubiera impedido sin dudar, porque sé lo difícil que es vivir así. Debiste pasar por muchos malos momentos, y lo primero que quise hacer al verte fue darte un abrazo, pero no estaba lista para decirte que . . . soy diferente, y creo que . . . aunque no hubieras recibido esos dones, habrías nacido de cualquier forma siendo especial . . . o maldito, como yo.

Minho se giró a verla, encontrándose con un rostro consternado y unos ojos llenos de lágrimas. Se le rompió el corazón con sólo verla así por primera vez.

— No está maldita-

— Yo creo que sí. Pero, para alivio de ambos, tu padre nunca tuvo problema con eso. Intentó corregirte, porque tienes un carácter difícil, e hizo todo lo que pudo y que creyó que era correcto para criarte de la mejor forma. No quise interceder, porque sentía que si no irrumpia en tu vida, todo sería mejor para tí. Ahora creo que me equivoqué . . .

— ¿Por qué ahora? . . . De todos los momentos de mi vida, ¿por qué ahora? — cuestionó entonces con seriedad. La mujer se secó sus mejillas con delicadeza y tras ello le miró fijamente.

— Escuché que hubo una explosión en la isla mágica. Inmediatamente pensé en tí y me preocupé, por eso vine aquí al saber que el rey Han ya se había ido. Quería saber si realmente estabas bien. Tal vez tu padre venga a verte en un rato. También estuvo preocupado cuando el informante nos dijo-

— ¿De dónde lo escuchó él? — interrumpió el menor con verdadero interés.

Se suponía que en el lugar sólo habían estado esos hechiceros y ellos, pero ninguno pudo haber dicho algo al respecto.

— No lo sé. Nunca se habla de eso. ¿Por qué? ¿Es importante? Puedo mandar a llamar a-

— Está bien así. — le cortó de golpe. Tampoco es como si fuese una de sus prioridades conocer el paradero de la persona que habló de ello. — Creo que me ha quedado claro, majestad. Todos éstos años tuvo miedo de hacerme daño . . . pero también tuvo miedo de usted misma. Comprendo el sentimiento, y a pesar de tener el doble de edad que yo, no se puso a pensar ni por un segundo que su hijo la necesitaría para resolver muchas dudas sobre la magia que usted también poseía.

— Minho-

— Comprenda algo, majestad. — volvió a interrumpir su hablar con firmeza. — Es cierto que mi padre hizo todo lo posible por ser un buen ejemplo para mí, y aunque me causó muchas heridas emocionales, al menos estuvo ahí, y hasta el día de hoy sé que le importo. En cambio usted . . . viene de la nada y me habla de cuánto me ama después de haberme ignorado prácticamente toda mi vida, aún viviendo conmigo. No tomó consciencia, no tomó el valor de decirme: hijo, yo soy como tú y juntos vamos a superar las dificultades, no te dejaré solo en ésto, porque yo sé qué se siente ser diferente, incomprendido y un anormal para cualquier niño estúpido que no tiene educación ni respeto por nadie.

S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔 Où les histoires vivent. Découvrez maintenant