S T R A Y : 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔

.•°|LXV. Reencuentro|°•.

Nota: a partir de aquí escuchen la playlist. Se vienen todos los reencuentros 7u7 ❤

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A pesar de que su padre hablaba y hablaba sin parar, en lo único que podía pensar era en la carta que había recibido hace dos días. «Es de parte del rey Bang» había dicho Nayeon, su secretaria real, «Desea una visita de su parte, majestad».

"¿Visitarlo?" Pensó, sintiéndose de repente ansioso y nervioso. Woojin no veía a Chan desde hace más de medio año, y temía que todo vuelva a renacer en él al verlo. Definitivamente no podría ir. No se arriesgaría. "Pero Chan no hace las cosas por gusto". Ahora se encontraba en todo un dilema.

De repente la puerta de la oficina en donde se encontraba conversando sólo con su padre, se abrió abruptamente, dejando ver a Nayeon apresurada. Ella se inclinó como disculpa por la interrupción e inmediatamente se dirigió al rey.

— Disculpe la intromisión, alteza, pero tiene una visita muy importante que ansía verlo cuanto antes. — informó en voz baja. Kim fruncio el ceño confundido.

— ¿Visita importante? No tengo citas el día de hoy.

— Viene de un reino vecino. — murmuró ella y Woojin no podía dejar de mirarla perplejo. — Es el rey Bang Chan.

Y como si su cuerpo hubiese sido poseído por un ser desconocido, se levantó rápidamente de su asiento, miró a su padre e hizo una pequeña reverencia para después retirarse. Nayeon comenzó a seguirlo con dificultad, debido a que caminaba veloz y ella estaba en tacones.

— ¿Dónde está? — interrogó el menor ansioso. — ¿Dónde, Nayeon?

— Lo espera en el balcón.

— De acuerdo. Iré solo. — informó cortante, logrando hacer parar en seco la caminata de la mayor.

Continuó caminando, y mientras sus pies hacían aquel trabajo, su cerebro comenzó a pensar en qué haría cuando lo tenga al frente.

"Sólo voy a sonreír." Era lo más factible, de esa forma no notaría que aún no lo superaba completamente. "Sólo voy a . . . sonreír." Se repitió a sí mismo con seguridad. Era lo que haría, lo que le demostraría a su persona favorita.

El momento llegó antes de que él lo notara. Estaba ahí, frente a las puertas que daban al balcón. Sus manos comenzaron a sudar y se sintió de repente ansioso. Era momento, el momento que había estado esperando. Abrió las puertas y lo vio; un muchacho de cabello rubio bastante claro y ondeado; cuerpo delgado y bien formado, como si todo ese tiempo hubiera hecho más ejercicio. Chan se volteó en cuanto sintió su presencia, y le sonrió como un bello ángel de fina ropa de rey. El corazón de Woojin volvió a latir desenfrenado cuando el mayor le indicó que se acercara, hasta ese entonces no se había dado cuenta que se había quedado congelado en su lugar admirando al mayor. Sus pasos fueron lentos pero seguros, llegó hasta él y después de tanto tiempo le sonrió.

— Hola. — saludó tímidamente. — ¿Cómo has estado, Chan?

El mayor sonrió a lo grande cuando lo tuvo cerca; extendió sus brazos y esperó su abrazo, uno que Kim no se molestó en darle. Tenía el corazón conmovido y las ganas de llorar de felicidad brotaron en su pecho.

— Te extrañé mucho. — no pudo evitar susurrar. Chan comenzó a acariciar su cabeza para luego asentir.

— También te extrañé, Woo. — murmuró el líder nostálgico.