«Renunciar a ser niños, renunciar a ser príncipes, y afrontar ser reyes a los veinte años no era fácil; y mucho menos si aún no resolvían sus problemas amorosos, ni protegían al mundo con sus poderes. La última y definitiva batalla se acercaba más r...
Aún observaba cómo el mayor empacaba su ropa en aquella maleta, la cual vio flotar el día que llegó a la cabaña. No pudo evitar sonreír nostálgico con sólo recordarlo. Y entonces se volvió a sentir triste, porque la persona que lo hacía sonreír todos los días, era la misma que se iría en un par de horas.
Jisung inmediatamente se levantó de la cama y abrazó a su novio por la espalda. Pensar que no se volverían a ver le rompía por dentro, y ser tan sensible no era de mucha ayuda, puesto que comenzaba a llorar con facilidad y ponía triste a Minho. Lo que menos quería era que él se vaya consternado o preocupado.
Sintió cómo las manos del mayor tocaban las suyas con delicadeza. Segundos después Min se giró para poder verlo frente a frente. Secó sus lágrimas con sus dedos pulgares y acunó su rostro mientras sonreía.
— ¿Por qué lloras? — le preguntó en voz baja. Ambos rostrosestaban bastante cerca.
— ¿En serio lo preguntas? . . . ¿Tú no te sientes triste? — cuestionó casi ofendido. Lee soltó una risita.
— Sólo uno de nosotros puede llorar, para que el otro lo consuele, y ahora mismo me acabas de ganar. — indicó el mayor con obviedad.
Jisung hizo un puchero triste.
— ¿Así es como consuelas? Eres terrible. — murmuró como regaño, pero el mayor no dejó de sonreír.
— Claro que no, porqueahora ya no estás llorando. Soy increíble. — manifestó pretencioso.
Han no podía creer que iba a extrañar esodeél.
— Dime por qué debemos separarnos. — pidió nuevamente consternado el menor. Lee fruncio el ceño con confusión.
— ¿Estás terminando conmigo? — cuestionó herido. Han se sintió desconcertado.
— ¿De qué hablas? . . . Minho, esto es serio.
— Jisunggie . . . Si piensas que no nos volveremos a ver, entonces estás muy equivocado. No te dejaré libre tan fácilmente. — admitió el peli negro divertido. Han, a pesar de conocer la situación en la que se encontraban, por alguna razón se sintió aliviado por escuchar aquellas palabras.
— Pero . . .
— No sé cuánto tarde, pero te prometo que iré a buscarte en cuanto pueda, ¿de acuerdo? — murmuró mientras juntaba su frente con la del más bajo. — Iré por ti, porque ahora que te tengo . . . no te puedo dejar ir.
Jisung cerró los ojos y suspiró con alivio. Obviamente confiaba en él y en su palabra. Minho era la persona más persistente y constante que conocía.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.